A sus 32 años,
Victor Campenaerts ha conseguido la mayor victoria de su carrera. Con un palmarés que cuenta con una etapa del Giro de Italia y dos Campeonatos de Europa de contrarreloj, el corredor del
Lotto-Dstny se ha impuesto en la última semana del
Tour de Francia, algo que quedará marcado de por vida para él. Se puede entender con la emoción que le vimos subir al podio tras la llegada.
El belga sabía que hoy sería su última oportunidad y consiguió meterse en la escapada, un grupo muy numeroso de tres docenas de corredores que irrumpió carretera arriba y muy lejos del pelotón. Campenaerts no sería capaz de marcar las diferencias cuesta arriba, pero si conseguía un hueco siempre sería un corredor muy peligroso a tener en cuenta en un terreno ondulado como éste.
"Ganar una etapa en el Tour de Francia es el sueño de todo el mundo y yo no soy un neoprofesional, llevo mucho tiempo soñando con esto. Después de las clásicas lo pasé muy mal, tenía un acuerdo verbal con el equipo para ampliar el contrato y me ignoraron durante mucho tiempo y fue muy difícil", admitió Campenaerts en una entrevista posterior a la etapa. "Estuve en un largo campamento de altitud, pero mi novia estaba allí y me apoyaba todos los días muy embarazada y yo estaba luchando para terminar mis programas de entrenamiento, pero cambié de opinión, tengo un futuro brillante ahora todavía en el ciclismo, me convertí en padre y es como cielos azules, sólo cielos azules, empecé a sentirme muy bien en la bicicleta y venir a este Tour de Francia con un equipo súper motivado tenemos un ambiente súper bueno en el equipo, y esto es sólo el resultado de este ambiente en el equipo, y vamos a celebrar esta noche".
A falta de 38 kilómetros, siguió el movimiento clave de Michal Kwiatkowski en la cima de la Côte des Demoiselles Coiffées. Mattéo Vercher se unió a ellos, y el trío se abrió camino hasta la meta, ampliando su diferencia sobre el resto mientras otros grupos no colaboraban adecuadamente. Parecía que cada movimiento era perfecto para él hoy, ya que Michal Kwiatkowski cerró el ataque de Vercher en el kilómetro final y luego se colocó en cabeza del grupo en el sprint. Campenaerts llegó desde atrás y esprintó hacia la victoria.
"Creo que he jugado de forma muy inteligente y además el equipo me ha dado mucha confianza porque todo el mundo sabía que tenía muy buenas piernas y esta es una etapa a la que ya aspiré en diciembre. La etapa 18 es la única en la que veo una oportunidad de ganar. Me colé en la escapada con una sola bala. Quizá jugué un poco sucio al intentar demostrar que me dolía mucho para no tener que dar muchos tirones", añadió. "Tuvimos un gran ataque allí en el final, colaboramos muy bien juntos en realidad hasta el último kilómetro. Estoy muy describible, aún quedan tres días duros pero tengo muchas ganas de volver a casa con mi hijo".
El belga no tuvo ningún reparo en mostrar lo emocionado que estaba y lo mucho que significaba para él esta victoria: "El apoyo que tuve de mi novia es increíble, siempre está ahí para mí, estuvimos nueve semanas en un campo de altitud, estaba muy embarazada, dio a luz a nuestro hijo al final de la subida en Granada, ella es la heroína de esta historia y estoy muy agradecido de que haya hecho esto posible, el equipo lo hizo posible, que yo tuviera el campamento de altura súper largo para preparar este Tour de Francia, tuve mucha fe del equipo también porque el nacimiento de mi hijo no hice ninguna preparación recientemente en el Tour de Francia, pero tenía la fe de que tenía buena forma. Voy a dejar el equipo, pero estoy muy contento de que podamos terminar quizás con el punto culminante de mi carrera. Es una forma muy bonita de dejar el equipo y de volver a este Tour de Francia, lo celebraremos esta noche".