Egan Bernal entró ayer en La Molina en séptima posición en meta perdiendo sólo 4 segundos con los dos hombres más fuertes de la etapa, Juan Ayuso y Primoz Roglic. El colombiano va poco a poco reencontrando su forma tras su caída en Jaén pensando en su primer gran objetivo del año: el Giro de Italia.
El líder de INEOS Grenadiers en la ronda catalana reconoció que no fue su mejor jornada, que no se sintió del todo bien y que califica el resultado como de muy positivo por ello: "Estoy contento de haber salvado el día, no tenía buenas sensaciones"
Así describió una jornada que tuvo un ritmazo brutal: "La etapa fue una locura. Al final llegó un grupo gigante en una etapa de 5.000 metros de desnivel. Limpiamos la etapa muy rápido".
Veremos lo que puede hacer el bueno de Egan en la recta final de una Volta que todavía tendrá varias jornadas duras en las que poder sacar diferencias. Obviamente, tras un tiempo largo de inactividad, ser capaz de entrar en un grupo de cabeza con hombres como Enric Mas o Lenny Martínez a su lado habla bien del estado de forma en el que se encuentra pese a su caída.