Tom Pidcock es uno de los corredores más talentosos y a la vez más irregulares del pelotón. Su actuación en el Tour de Flandes fue un ejemplo perfecto, ya que respondió a los ataques iniciales de Tadej Pogacar, pero luego se vino abajo por completo. Sin embargo, su entrenador confía en que tenga el nivel necesario para luchar por victorias en las clásicas de las Ardenas.
"Tras la caída de Pidcock en la Tirreno-Adriático, aplicamos el protocolo sanitario del equipo. Tom permaneció cuatro días fuera de la bicicleta. Tras un examen médico, se le detectó una conmoción cerebral leve. Por ese motivo, creímos oportuno cancelar la Milán-San Remo. No se hacen ese tipo de finales al límite si no se está al cien por cien", declaró el entrenador del equipo, Kurt Bogaerts, a Het Laatste Nieuws.
Pidcock tuvo un fuerte comienzo de primavera, ganando la Strade Bianche, donde mostró su mejor nivel. En ese nivel es un contendiente para la mayoría de los tipos de carreras, y las Ardenas son un objetivo perfecto. Sin embargo, tras una lesión sufrida en la Tirreno-Adriático -donde su forma fue muy inferior a la mostrada en la Strade- no encontró sus mejores piernas. Sin embargo, en Flandes demostró su potencia bruta, ahora es cuestión de trabajar en la regularidad.
"Pero Pidcock sí necesitaba la Milán-San Remo para hacer un buen Tour de Flandes. Cuatro días sin entrenar y luego cancelar la carrera significó que Tom no tuvo la preparación adecuada para el Tour. Entonces tiene sentido dónde acabó. Si no fue así, no debe entrenar y es mejor tumbarse al sol", concluyó Bogaerts.
Sin embargo, durante las últimas semanas, el campeón olímpico de BTT ha estado entrenando a un alto nivel. La
Amstel Gold Race es una carrera en la que tiene historia, ya que terminó segundo en la edición de 2021 por detrás de Wout van Aert en lo que fue un sprint muy disputado.
"Ha hecho el entrenamiento al detalle. Ahora está listo para el tríptico. Esperamos que pueda competir tres veces en el final. ¿Ganar? Eso también debería ser posible", concluyó.