Tras su increíble actuación en el Tour de Francia de este año,
Jonas Vingegaard y el
Jumbo-Visma no se libraron de las preguntas relacionadas con el dopaje. El danés quiere demostrar que sus actuaciones son posibles sin recurrir a ninguna distancia prohibida.
"Tengo muchas ganas de correr en el Tour con el maillot número 1", dijo Vingegaard en una entrevista a Algemeen Dagblad. "Y a largo plazo: Me gustaría ganar las tres Grandes Vueltas. Y descubrir de verdad las clásicas. El Giro de Lombardía y la Lieja-Bastoña-Lieja deberían convenirme".
Vingegaard había irrumpido en el pelotón en el Tour de 2021, donde acabó segundo por detrás de Tadej Pogacar, y este verano ha conseguido sacar lo mejor del esloveno, sobre todo gracias a un conjunto de monstruosas actuaciones en la escalada, como en el Col du Granon y Hautacam, donde ganó mucho tiempo al corredor del UAE Team Emirates, después de conseguir no perder tiempo en las otras llegadas a la cima.
Argumenta que las Grandes Vueltas son su terreno por ahora, y que no sería capaz de repetir las actuaciones en las clásicas. "Ya he corrido esas carreras, pero no siempre me ha ido bien. Las clásicas de pocas semanas me van mejor de momento, porque me recupero rápido cada día. Todavía no me he quitado las clásicas de la cabeza, pero puede que nunca consiga ganar una".
Se le preguntó por Michael Rasmussen, su compatriota que estuvo compitiendo por la victoria en el Tour de Francia en 2007 antes de verse obligado a abandonar por sospechas de dopaje. "Lo que le pasó no fue bueno para él. Pero hizo trampas".
"No estoy de acuerdo con él en que le hayan robado. El mundo del ciclismo ha cambiado. En Dinamarca, la gente sabe que ya no hacemos trampas. Al menos, creo y espero que lo piensen. Puedo hablar de este tema muy fácilmente. Es una pena que a veces tengamos que sufrir por otra generación a nuestra imagen", admite Vingegaard.