El Col du Galibier tiene 23 kilómetros al 5% y sus tramos más empinados hacia la cima se encuentran por encima de los 2600 metros de altitud. Es un día en el que se pueden crear grandes diferencias, pero
Jonas Vingegaard no tiene intención de hacerlo. El vigente campeón del
Tour de Francia no siente la presión de atacar o hacer un movimiento en la etapa 4, pero sí cree que la presión recae sobre su rival
Tadej Pogacar.
"Sobre todo quiero defender. Todavía estamos en la primera semana. Esta podría ser la etapa en la que soy más vulnerable, así que tenemos que defendernos en la primera semana", dijo Vingegaard antes de la etapa de hoy en la salida de Pinerolo. "Después, correremos con otra mentalidad". Esa parece la respuesta lógica del danés de cara a hoy, el primer día de montaña del Tour, donde la mayoría de los escaladores pondrán a prueba su forma y esperarán salir lo mejor situados posible-
El estado de forma de Vingegaard era incierto en el Tour, pero en la primera prueba, en la 2ª etapa, tuvo una actuación estelar, igualando al esloveno en la explosiva subida a San Luca. En este tipo de esfuerzos, Pogacar es tradicionalmente más fuerte, por lo que en la montaña la balanza podría inclinarse hacia el corredor del Team Visma - Lease a Bike. De ahí que Vingegaard quiera mantener la carrera como está hasta la etapa 14, en la que el pelotón empieza a entrar en las etapas decisivas de la carrera en los Pirineos.
"Debido al accidente que tuve, es lógico que la presión recaiga sobre él. Sigo siendo una incógnita. Con la preparación que he tenido, nunca se sabe lo bien que estaré durante tres semanas", añade Vingegaard, quizás sincero sobre sus propias dudas sobre cómo puede correr tres semanas con una preparación no ideal, como hizo Pogacar el año pasado. "Aquella preparación distaba mucho de ser ideal. Así que me parece normal que sea el gran favorito".