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París-Niza ha vivido hoy su etapa reina con la subida al Col de la Couillole.
Jonas Vingegaard se ha mostrado más tranquilo y ha mejorado su pilotaje, pero a pesar de ello se ha quedado a las puertas del éxito.
"Las marchas eran un poco demasiado potentes para mí hoy. Decidí ir a mi ritmo. Me ha ido bien", declaró Vingegaard a la prensa tras la llegada. El
Jumbo-Visma se preparó para una carrera ofensiva en la subida final, con Tobias Foss encabezando el pelotón en el ascenso final de 16 kilómetros. Vingegaard se adaptó bien a la carrera, en la que pudo emparejarse mejor con Tadej Pogacar y David Gaudu.
El propio Vingegaard fue el encargado de abrir brecha. Sin embargo, fue Tadej Pogacar quien lanzó el primer ataque decisivo. Sin embargo, Vingegaard se las arregló para volver al frente junto a David Gaudu. "Pude volver después de cada ataque, lo que en cualquier caso da confianza. Pero también sé que todavía tengo que mejorar esta temporada", prosigue.
En el último kilómetro volvió a colocarse en cabeza, pero en el sprint final no pudo igualar al dúo rival. Una carrera persistente, pero que le hizo acabar tercero. "Esta carrera no es uno de los principales objetivos absolutos de esta temporada, así que aún hay tiempo para conseguirlo", asegura.
Vingegaard llega a la difícil etapa final en torno a Niza en tercera posición, 58 segundos por detrás de Tadej Pogacar. "Mañana hay otra etapa. Todavía puede pasar de todo, así que no voy a enterrar el hacha de guerra. Seguiré luchando por ello", concluyó.