Jasper Stuyven, de 32 años, no estaba en la lista de participantes para el
Tour de Francia, pero recibió una llamada inesperada el domingo por la noche: ¿Estaría dispuesto a participar en el Tour? Tras discutir algunas "condiciones" con su equipo, decidió viajar a Florencia. “Físicamente y mentalmente me siento listo”, aseguró Stuyven.
Un Cambio Inesperado de Planes
“La invitación no fue una exigencia”, explicó Stuyven. Pudo haber dicho que no, pero eligió aceptar la propuesta. Conversó con la dirección deportiva de su equipo y con su entrenador, quienes determinaron que el Tour no interferiría con su principal objetivo: los
Juegos Olímpicos. "Ese sigue siendo el objetivo principal", afirmó.
El equipo le ofreció varias garantías. Una de las más importantes fue que, tras la retirada de Tao Geoghegan Hart, no tendría que esforzarse al máximo en las etapas de montaña para apoyar a un competidor en la clasificación general. En el pasado Giro, Stuyven trabajó junto a Jonathan Milan, quien no es un buen escalador, lo que le permitió tomarse las etapas de montaña con más calma y mejorar su forma.
Trabajar para Pedersen
En el Tour, Stuyven tendrá un rol similar al que tuvo en el Giro, pero esta vez apoyará a Mads Pedersen en las etapas planas, con la intención de llegar a Nice sin estar exhausto.
Dado que el Tour no finalizará en París, no habrá sprint en los Campos Elíseos. La última llegada plana será el 16 de julio en Nîmes, lo que le brinda la opción de abandonar la carrera antes de tiempo si es necesario. “Veremos qué se necesita en la última semana y cómo está mi condición física en ese momento”, comentó Stuyven.
Otra razón para aceptar la invitación del Tour es la etapa de grava en Troyes. Stuyven, actual campeón europeo de gravel, tendrá la oportunidad de brillar en esta novena etapa. “El equipo sugirió esto por su cuenta”, dijo. “No tuve que pedirlo”.
Preparativos para los Juegos Olímpicos
La decisión de participar en el Tour también fue discutida con su esposa, Elke Bleyaert, con quien se casó este mes. “Normalmente, habría estado en casa las próximas tres semanas preparándome para los Juegos, entrenando, pero al menos estaríamos juntos. Elke espera que tengamos tiempo libre en agosto, lo cual debería ser posible. De lo contrario, tendré muchos días de competición este año”, explicó Stuyven.
Después del Tour, Stuyven se dirigirá a los Juegos Olímpicos, donde desempeñará un papel crucial similar al que tuvo en Glasgow: ser un 'ayudante' que pueda mantenerse en la competencia hasta las etapas finales. “Pero para eso necesitas estar en excelente forma. Por eso es importante gestionar bien mi esfuerzo en el Tour”, añadió.
La carrera de ruta olímpica se disputará con equipos de un máximo de cuatro corredores, lo que resultará en un pelotón pequeño y mucha confusión. “En carreras caóticas, suelo rendir mejor que en las muy estructuradas. Será tarea de Tiesj (Benoot) y mía mantener el control y evitar que nos pongamos a la defensiva”, concluyó Stuyven.
Jasper Stuyven afronta el Tour de Francia con determinación y objetivos claros, a pesar de su incorporación de último minuto. Su preparación y adaptación serán cruciales no solo para el Tour, sino también para sus aspiraciones olímpicas.