Jasper Philipsen llegó a París vestido de verde y subió al podio del Tour de Francia por primera vez. Fue el resultado de tres semanas en las que fue el velocista más rápido y más regular de la edición de 2023 de la Grande Boucle, lo que supuso un gran éxito para el Alpecin-Deceuninck en su primer Tour de Francia como equipo World Tour.
"Subir al podio con el maillot verde es una sensación increíble. Estoy orgulloso de lo bien que hemos trabajado juntos para conseguirlo. Hoy quería ganar, pero también disfrutar de lo que he conseguido hasta ahora", declaró en una entrevista posterior a la carrera. El belga ganó cuatro esprints al principio de la carrera y luego se ha asegurado el maillot, teniendo tal dominio en los esprints que el resto de la competición ya no podía luchar viablemente por la clasificación por puntos.
En París aspiraba a rematar la carrera como el año pasado, pero no pudo ser. Estuvo muy cerca de lograrlo, sólo con un photo-finish decidiendo el resultado. Sin embargo fue un compatriota y amigo Jordi Meeus quien lo celebró a lo grande en París con un triunfo rompedor. "Además, estoy contento de que haya sido Jordi [Meeus] quien se haya llevado la victoria".
"Este ha sido mi mejor Tour de Francia, y estos serán sin duda algunos de los mejores recuerdos de mi carrera deportiva. Mi próximo objetivo es el Mundial, la prueba en ruta", concluye. Después de terminar segundo en la París-Roubaix y demostrar su estado de forma lejos de los esprints, el Mundial es un objetivo viable y pensará en el maillot arco iris.