"Fue una obra maestra": Célia Gery, tras ganar el Mundial sub-23 en su primer año en la categoría

En el sofocante calor y la altitud de Kigali, Célia Gery, de apenas 19 años, ofreció una actuación táctica impecable y de pura determinación para adjudicarse la primera edición independiente de la carrera de ruta femenina sub-23 en el Mundial. “Fue una obra maestra”, resumió la corredora al referirse al trabajo en equipo del pequeño pero efectivo bloque francés.

Cuando la carretera volvió a inclinarse hacia arriba en la recta final, Gery lanzó su ataque definitivo y superó a la eslovaca Viktória Chladoňová para enfundarse el maillot arcoíris. “Es increíble. Fue una larga espera, pero es increíble. Fue una obra maestra para el equipo. Solo éramos tres, pero logramos correr a la perfección”, celebró entre lágrimas tras cruzar la meta.

Francia llegó con solo tres ciclistas, Gery, Marion Bunel y Julie Bego, pero la coordinación fue impecable. Mientras rivales más numerosas se desgastaban con ataques prematuros, el trabajo de desgaste de Bunel en la última subida adoquinada dejó el terreno listo para el ataque ganador de Gery.

“Teníamos tres chicas muy fuertes y Marion fue increíble al final. Viktória atacó dos veces y siempre estuve con ella. Sabía que en un sprint puro otras eran más rápidas que yo, así que mi estrategia era mantenerme alejada con ella para intentar ganar”, explicó la campeona.

La eslovaca de 18 años fue la única capaz de seguir los acelerones franceses en los tramos decisivos, y no dudó en poner a prueba al grupo. “Intenté mantenerme en buena posición y moverme en las dos últimas vueltas, especialmente en la primera subida”, contó tras la carrera. “Me sentía fuerte y quise atacar. Los franceses estaban muy bien organizados. Di todo lo que tenía”.

Aunque reconoció que quizá lanzó el sprint demasiado pronto, Chladoňová se mostró orgullosa: “Estoy feliz con la plata. Di todo, especialmente en la subida de Cables. Célia fue la más fuerte al final”. La suya fue la segunda medalla de plata de la semana tras la lograda en la contrarreloj, confirmando su condición de gran revelación del campeonato.

La prueba fue dinámica desde el inicio, con continuos ataques que fragmentaron el pelotón. La sueca Stina Kagevi animó la jornada con una escapada en solitario que puso en apuros al grupo, antes de ser absorbida por un selecto conjunto donde rodaban Gery, Chladoňová y la española Paula Blasi. El desenlace se cocinó en el último kilómetro: allí, la solidez táctica de las francesas marcó la diferencia.

Para Gery, que admitió haber sentido nervios en las vueltas finales, el respaldo de sus compañeras fue decisivo: “Las condiciones eran muy diferentes a Francia, el calor fue difícil. Las dos últimas vueltas fueron duras. No estaba segura, pero confiaba en mi equipo”, confesó.