El principal incidente que ensombreció una por lo demás emocionante undécima etapa del
Tour de Francia fue la caída de
Tadej Pogacar, en la que Tobias Halland Johannessen tuvo un papel determinante.
"Una caída muy extraña", comentó el excampeón del Giro
Tom Dumoulin en su análisis para NOS tras la etapa.
No es habitual ver a Pogacar en el suelo, señaló Dumoulin: "Casi nunca se cae, pero esta vez sí".
El incidente ocurrió en un momento de distracción, cuando el esloveno hablaba por radio con su equipo. "En realidad está observando a los corredores que atacan. No ve venir al que aparece por la izquierda, Tobias Halland Johannessen, y de repente se desvía. Johannessen le engancha claramente la rueda delantera. Fue una caída muy tonta y frustrante".
¿Quién tuvo la culpa del accidente? "Ambos tienen responsabilidad, pero creo que fue sobre todo un error de Johannessen. Cambió de trayectoria en un momento muy inoportuno. Se le ve levantar la mano de inmediato, pidiendo disculpas. Pogacar tampoco estaba del todo atento. Este tipo de cosas pueden ocurrir en carrera".
Dumoulin también destacó lo que sucedió a continuación, cuando el pelotón se detuvo para esperar a que el esloveno regresara al grupo sin presión alguna.
"Me parece admirable que todos decidieran no sacar ventaja de esa situación. Vingegaard y el equipo Visma pensaron: no queremos ganar el Tour de esta manera. La batalla se está librando con mucha deportividad. Evenepoel también se pronunció al respecto; conoce bien a Pogacar y tampoco quiso aprovecharse. Me encanta ver este tipo de juego limpio en el deporte".