Francesca Baroni es como cualquier otra ciclista: tiene sus esperanzas, sus ambiciones y su determinación. Esta italiana de 23 años es sorda. Estrella multidisciplinar en ciernes, compite en carretera y en ciclocross. La propia Baroni afirma que su sordera no la limita cuando compite.
"Mi problema no me afecta mucho, sólo en algunos momentos concretos. Por ejemplo, en cross necesito la salida con el semáforo o la salida manual con una bandera o con una mano, sin oír el silbato del juez", dijo Baroni a Velo en una entrevista. "Mientras que, en las carreras de carretera, no puedo usar la radio, pero por suerte siempre encontramos una solución, sólo necesitamos unas pequeñas precauciones antes y durante la carrera".
"Por suerte, nunca he tenido problemas con otras personas. Sólo necesito que hablen delante de mí porque leo los labios. Para comunicarme a distancia, no puedo hablar por teléfono, pero afortunadamente hay mensajes y correos electrónicos, así que no hay problema".
"Conocí el ciclismo por televisión y me enamoré de Ivan Basso a los seis años, cuando ganaba el Giro de Italia. Enseguida pregunté a mis padres si también existía el ciclismo femenino, luego probé con un equipo local y a partir de aquí empezó todo", explica Baroni cómo llegó a amar el ciclismo.