En Bélgica, el ciclismo es el rey, pero no todos los corredores aprecian que se les trate como tales. La popularidad tiene una desventaja: los ciclistas reciben mucha atención de los aficionados, que a veces sobrepasan los niveles normales, y
Wout van Aert dice haber tenido problemas por ello.
"Todas las semanas hay gente que llama al timbre. Prefiero que me dejen solo en casa", reveló van Aert en una entrevista con Sporza. "Noto que la atención sobre mí es cada vez mayor. Siempre pienso que no puede ir a peor, pero luego resulta que sí".
A pesar de que Remco Evenepoel se ha convertido en Campeón del Mundo, ganador de monumentos y de Grandes Vueltas, el nivel de atención que ha recibido durante años ha hecho que poco haya cambiado en los últimos meses. Para van Aert esa atención va en aumento.
Así lo explica: "La gente llama a mi puerta con regularidad, incluso semanalmente. Llaman con alguna petición: que les firme un jersey u organizan algo especial. Cada uno tiene su historia particular y lo entiendo, pero no siempre es fácil. Prefiero que me dejen en paz cuando estoy en casa".
Campeón del Mundo en numerosas ocasiones en ciclocross, ha sido su transición a la carretera la que le ha hecho ganar una reputación increíble, como uno de los corredores más versátiles y exitosos del pelotón.
"Todavía me sorprende a veces. Antes me conocían en ciclocross, pero ahora va mucho más allá de Bélgica. Quizá no [mundialmente], pero desde luego en toda Europa y eso siempre es una sensación especial. En el extranjero tuve la sensación de estar 'a gusto' durante mucho tiempo, pero de repente también me reconocen allí", prosigue.