El ciclismo es un deporte en el que los aficionados pueden tener mucho contacto con los atletas, incluso con los mejores del mundo.
Tadej Pogacar vive en Mónaco, pero no por ello escapa a la enorme atención que recibe a diario. Su compañero de equipo, Tim Wellens, considera que esa presión constante, junto con su popularidad general, contribuye al desgaste mental que se observa ahora, en la última semana del
Tour de Francia.
"Vivo cerca de él, y no es fácil llevar la vida que él lleva. Tadej se levanta, va a desayunar, y ya hay 20 personas esperándolo, pidiéndole atención. Después del desayuno, hay otras 30, y lo mismo ocurre en la salida del autobús", contó Wellens a Sporza. "Está sometido a una presión constante. Le exigen muchas cosas, y creo que es normal que eso le afecte mentalmente."
Durante la rueda de prensa previa al Tour de Francia, Pogacar reconoció haber sido paciente a la hora de atender a los medios de comunicación. Sin embargo, el equipo ha intentado reducir al mínimo estos pequeños compromisos para aliviar la presión sobre el esloveno.
A todo esto se suman sus apariciones diarias en las ceremonias del podio a lo largo de toda la carrera, lo que limita su tiempo de recuperación y reduce los momentos que puede compartir con el equipo y la familia fuera del entorno competitivo.
"Rara vez cometía un error si le dabas una pequeña ventaja. Nunca se lo devolvían. Ya se veía que sería un gran ciclista, pero no hasta este nivel", añadió el director deportivo Andrej Hauptman. "Su mayor fortaleza es la determinación. Mantiene la calma en los momentos difíciles. Y tras proclamarse campeón del mundo, seguía motivado para sus siguientes objetivos. Es algo que no alcanzo a comprender."
En otra entrevista, el hombre que "descubrió" a Pogacar y lo ayudó a llegar a lo más alto del ciclismo también habló de lo que podría ser su punto débil: "A veces es demasiado honesto. Aunque hasta ahora no ha supuesto un problema. Incluso cuando las cosas no salen como le gustaría o los resultados no acompañan, lo asume con serenidad. Lo procesa y al cabo de una hora ya está mirando hacia adelante".
Dificultades para Pogacar
Puede parecer que un corredor de su talento y calibre apenas enfrenta dificultades en el mundo del ciclismo profesional, pero Hauptman insiste en que no es así. "Tadej es humano. También sufre. Yo lo conozco bien. Pero para quienes no lo conocen, es difícil de entender. Si tú quieres que gane otro corredor, ya sea tu favorito o un amigo, cuesta aceptar que alguien pueda ser mejor."
Hauptman también cree que su compatriota ha cambiado su forma de correr esta temporada, adoptando una actitud más madura y menos agresiva. "Con un dorsal en la espalda, siempre está dispuesto a competir. Pero ahora es más pragmático, especialmente este año. Ya no ataca tanto; se ha vuelto más defensivo cuando la situación lo requiere. Es más maduro, más sereno. Si hace diez años me hubieran dicho que viviría algo así... parece una historia de película americana. Pero los sueños pueden hacerse realidad."