"Es duro cuando todo el mundo espera que ganes siempre": Wout van Aert entiende a Tadej Pogacar

El agotamiento mental no distingue entre campeones y corredores anónimos; puede alcanzar incluso a los mejores. El mes pasado, Tadej Pogacar habló con una franqueza poco habitual sobre la tensión psicológica que supone tener que rendir siempre al máximo nivel.

Sus palabras fueron tan reveladoras como inesperadas, y muchos ven en esa confesión la explicación de su decisión de renunciar a la Vuelta a España 2025 y tomarse un mes completo de descanso. Mientras Pogacar se alejó de la competición para reencontrar el equilibrio, el esloveno reaparecerá en Canadá, donde se cruzará con ciclistas de primer nivel como Wout van Aert, que también reflexiona sobre el desgaste de la élite.

Para Van Aert, el anuncio de Pogacar fue sorprendente incluso con la experiencia acumulada en el pelotón: "Todavía fue un poco chocante para todos", reconoció en declaraciones a Sporza un mes y medio después. "Sí, el agotamiento también me puede pasar a mí".

El belga subraya la fragilidad de la mentalidad del ciclista profesional, que convive constantemente con el estrés competitivo y la presión por rendir:

"Entrenamos mucho, y a veces los ciclistas se obsesionan demasiado con el entrenamiento. Todo el mundo quiere más y más, y siempre mejor. Te quedas atrapado en ese ciclo, soñando con las vacaciones en octubre y, antes de darte cuenta, en diciembre ya vuelves a empezar", recordó Pogacar al explicar su decisión de pulsar el botón de pausa.

Desde Canadá, donde se prepara para disputar el GP de Quebec y el GP de Montreal, Van Aert no dudó en respaldar a su colega esloveno: "Entiendo lo que dice Pogacar. Ser ciclista también significa vivir con muchas expectativas. Puedo comprender lo difícil que resulta cuando todo el mundo espera que rindas siempre".

El belga cree que en las declaraciones de Pogacar hay una lección valiosa para el ciclismo moderno: "No hay que subestimar lo duro que es cuando todo el mundo espera que ganes en cualquier carrera en la que te presentes".

El propio Van Aert conoce de primera mano esa situación. Durante los primeros años de su carrera, la presión era abrumadora: debía ganar en primavera, brillar en las etapas del Tour y, al mismo tiempo, ser el estandarte del Team Visma, primero junto a Primoz Roglic y más tarde con Jonas Vingegaard. Una responsabilidad que, según admite, no todos son capaces de sobrellevar.

Algunas caídas importantes, unidas a la irrupción de su eterno rival Mathieu van der Poel, cambiaron el panorama. Hoy las expectativas externas sobre él no son tan absolutas, y eso le da cierto alivio:

"Ya no estoy en esa posición. ¿Cómo lo conseguí hace unos años? Volviendo a lo que realmente quiero. No hay que dejarse arrastrar por lo que digan los demás. Las expectativas externas no son la motivación adecuada. Intento mantenerme alejado de eso".

La cuestión de las redes sociales también apareció en la conversación. Pauline Ferrand-Prévot, reciente campeona del Tour de Francia Femenino, sugirió evitar en lo posible estas plataformas por su efecto tóxico en la mente de los deportistas.

Van Aert coincidió parcialmente con la francesa, aunque con matices: "Puede ser un buen consejo. Pero también puedes usar las redes sociales sin dejarte atrapar por las reacciones negativas. Después de mi victoria en París, disfruté mucho viendo vídeos y fotos de los aficionados que me esperaban en Montmartre. Pasé casi medio día en eso. Así que no, no todo es malo".