ENTREVISTA | "Pensaba que nos cogerían y ganarían ellos": Lenny Martínez recuerda su duelo ante Pogacar y Vingegaard en el Tour

Lenny Martínez ha completado su primera temporada con Bahrain Victorious, un curso exitoso pero con algunos “casi”.

Desde CyclingUpToDate y CiclismoAlDia hemos charlado con el joven francés sobre el controvertido sistema de puntos de la montaña del Tour de France y su regreso; su triunfo ante João Almeida en la Tour de Romandie; y aquella persecución de Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard en el Critérium du Dauphiné.

En diciembre de 2024 el panorama era muy distinto para Martínez. Estaba en Altea con su nuevo equipo, pero sin permiso para hablar con la prensa general por órdenes de su anterior formación, Groupama - FDJ, con la que no terminó en los mejores términos. Esta vez, vestido de bahreiní, llegó con una sonrisa abierta y marcado acento francés para repasar muchos temas de su 2025 y lo que viene el próximo año, incluido su calendario completo de primavera y verano.

Sin sorpresa, Martínez confirmó su regreso al Tour de Francia: “Para mí seguro que hago el Tour, y el programa será el mismo”, dijo. El “si funciona, no lo toques” aplica a su 2026, mientras desgrana su agenda. “Solo he cambiado Dauphiné y Suiza. Es Classic Var y Tour de los Alpes Marítimos (en febrero, ndlr). Luego París-Niza, Catalunya, Romandía, Flecha Valona, Vuelta a Suiza, Tour…”

Eso implica que en Romandía, Suiza y el Tour se medirá con nada menos que Tadej Pogacar: “Sí, pero no es un problema para mí. Intentaremos seguirle todo lo que podamos”.

Este año fue de adaptación, con muchos fichajes nuevos en el equipo, y un entorno más internacional, muy distinto a Francia. “Sí, al principio fue difícil con el inglés, ahora está bien. Estoy muy contento con mi decisión. Me siento a gusto en el equipo, sinceramente. Un equipazo a mi alrededor y siento que puedo progresar aquí”.

Arrancó fuerte la temporada y estrenó gran victoria en París-Niza, superando a varios favoritos en el muro final de la etapa 5 hacia La Côte-Saint-André, el día del recordado accidente de Jonas Vingegaard que marcó su primavera. Sus opciones en la general parecían sólidas, pero al día siguiente, con abanicos y lluvia, perdió toda opción de un gran resultado.

Por su constitución ligera, es un punto débil que no puede trabajar de forma directa en los entrenamientos. “No, creo que eso llegará de forma natural. Yo solo intento ser el mejor. Quiero mejorar el rendimiento respecto a este año. Cada año quiero ser mejor y creo que eso me llevará a buenos resultados”. En Auron, al día siguiente, volvió a estar entre los mejores, señal de que su regularidad está creciendo.

En la Volta a Catalunya, la semana siguiente, terminó quinto en la general, en una carrera con varias jornadas exigentes. Luego firmó un sólido cuarto puesto en la Flecha Valona, confirmando que también puede estar delante en las clásicas adecuadas. Su forma fue sensacional y en la Tour de Romandie remató, ganando en la cima de Thyon 2000 tras seguir a João Almeida, vencedor de varias grandes pruebas durante el año.

“Fue súper bien. Fue un día durísimo, tenía un poco de miedo. Casi gano la general, pero sabía que con João [Almeida] sería complicado, porque es muy bueno en la crono y yo no podía hacer más”, admite. Su 13.º en la contrarreloj final también evidenció una mejora notable en la especialidad, clave para medirse de tú a tú con sus rivales directos y alimentar sus aspiraciones de grandes vueltas. Perdió Romandía ante Almeida, pero cerró un valioso segundo puesto.

La consistencia es quizá su gran tarea, algo lógico con sus 22 años y aún con margen amplio de mejora. “Creo que algunos días puedo estar cerca de un súper corredor, pero quizá ellos tienen más experiencia, no sé. Son más regulares, como segundo en la Vuelta (se refiere a Almeida, ndlr)”.

En el Critérium du Dauphiné, Martínez volvió a golpear, ganando la etapa final al Plateau du Mont-Cenis, único superviviente de la fuga del día, resistiendo los ataques de Jonas Vingegaard desde atrás y del maillot amarillo Tadej Pogacar, que le seguía. Así describe esos minutos de tensión sabiendo quién venía a su rueda.

“Sí, iba a tope en ese momento. Tenía algo de miedo, pero me concentré en mí, di el máximo y cuando vi que quedaban 500 metros dije ‘ok, seguro que gano’. Sinceramente, en esa etapa pensaba que nos cogerían y ganarían ellos, pero al final fue diferente”, sonríe. Fue quizá el punto álgido de su año, pero no el último.

Él mismo lo señala como su momento cumbre: “Dauphiné, creo, porque el día anterior casi me encontraba enfermo, no esperaba nada de esa etapa, y la gané, así que fue totalmente sorprendente para mí”.

Después llegó el Tour de Francia, el primero fuera de Groupama. Pero eso no cambió el cariño del público francés. “Creo que si estás en un equipo francés o en otro, da igual, porque es el Tour, todos quieren rendir. Vale, soy francés, quizá un poco más, pero no siento que sea una presión rara; también es buena presión, es igual en todas partes, es el Tour, es normal”.

No logró un gran resultado parcial, pero lideró durante varios días la clasificación de la montaña. Acabó tercero, por detrás de Pogacar y Vingegaard, ninguno de los cuales disputó realmente el maillot. El sistema de puntuación del Tour beneficia claramente a los hombres de la general, algo que a Martínez no le convence.

“Creo que no está bien, seguro, el sistema de puntos”, nos dice. “Pero ahora es como que si quieren ganar la etapa, la ganan. Él (Pogacar, ndlr) tiene un equipo súper bueno a su alrededor, súper fuerte, y pueden controlar la carrera para él, así que es complicado, pero lo intentamos y quizá un día pueda llegar hasta él”.