Enric Mas le “manda” un aviso a Movistar Team desde Suiza: Buscaros un plan B para el Tour de Francia

Desde que acabó segundo en la Vuelta a España 2022 mostrando un gran nivel ante Remco Evenepoel y Primoz Roglic el bueno de Enric Mas no ha levantado cabeza. De hecho, lo mejor que le hemos visto desde entonces al líder de Movistar Team fue luchar con Tadej Pogacar en un par de etapas de la Vuelta a Andalucía 2023. A partir de ahí, nada de nada.

Y es que el año pasado fue más que decepcionante para el balear: sexto en Tirreno Adriático por detrás de hombres como Kämna o Ciccone, quinto en la Itzulia por detrás de Izagirre o Gaudu, el 17 en la Flecha Valona, abandono en el Tour de Francia tras caída y sexto en la general de la Vuelta siendo el tercer mejor español tras Juan Ayuso y Mikel Landa. En el Giro dell'Emilia que había ganado en 2022 acabó cuarto. En Lombardía (segundo en 2022) no fue capaz de ser top 10.

Podíamos hablar de un mal año, pero es que 2024 no ha empezado mejor (más bien todo lo contrario). Inició tarde su andadura corriendo directamente Tirreno en el mes de marzo acabando con una discreta 12ª posición. Luego mejoró algo en la Volta a Catalunya, aunque no pudo pasar del quinto puesto a 2:40 de la segunda plaza de Mikel Landa (no contamos la distancia con Tadej Pogacar) e igualado a tiempos con Chris Harper. En Romandía fue sexto con hombres como Van Wilder o Lipowitz por delante suya.

Podía tener la excusa en su primera carrera en tierras helvéticas de que no había grandes puertos. Podía tener la excusa en Tirreno y Catalunya de estar fuera de forma. Pero ha llegado a la Vuelta a Suiza y las sensaciones son las mismas. Parece que dan igual los rivales: no importa si están Pogacar, Landa o Bernal, o si están Ayuso y Rodríguez, o si están como ahora Adam Yates Joao Almeida o Mattias Skjelmose: Enric parece moverse en la mediocridad.

Ayer, en la cuarta etapa de la ronda suiza, la primera de alta montaña, Enric se quedó fuera de la lucha de los favoritos. Entró en el grupo "cómodo" junto a Onley, Gall, Uijtdebroeks y Riccitello: ese parece ser su nivel. No pudo seguir los ataques de Yates, Skjelmose, Almeida y Bernal...

En la quinta etapa, parecía mejorar las sensaciones y junto a Bernal fue el único que aguantó a Adam Yates en el ataque que le dio la victoria. Sin embargo, acabó entrenando en meta quinto siendo claramente sobrepasado por Almeida (que había hecho todo el trabajo duro de la subida), Bernal y el joven Matthew Riccitello.

Poco más que decir hasta el final de la carrera, perdiendo un puesto en la general día a día y prácticamente siendo ridiculizado por su compañero en Movistar Team Pelayo Sánchez en la última jornada en una cronoescalada en la que perdió nada más y nada menos que un minuto y veinte segundos con Tom Pidcock. Séptimo en la general final. Muy decepcionante.

Si no es capaz de mantener su nivel creo que le está mandando un mensaje muy claro a Movistar Team de cara al próximo Tour de Francia: no volváis a cometer el error de llevar un '8' para acompañarme de cara a luchar por la general, llevad un equipo con alternativas para luchar por etapas en el máximo de terrenos posibles.

Veremos si Enric es capaz de recuperar su mejor nivel en el Tour, carrera en la que fue quinto en 2020 y sexto en 2021: complicado pensar en repetir esos resultados a día de hoy...

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