Tom Pidcock debutó en el
Tour de Francia el pasado verano, donde consiguió ganar en Alpe d'Huez y acabar 15º en la general. Habla de su experiencia y de sus pensamientos sobre su futuro en la carrera francesa.
"Correr en el Tour es dar gas a fondo todo el tiempo. Cuando escalas las largas subidas y estás en el umbral, y luego te atacas unos a otros, es tan explosivo. No se parece a nada", dijo Pidcock en una entrevista con CyclingWeekly. Ahora que se prepara para su debut con el maillot arco iris en el ciclocross, el británico ha compartido sus pensamientos sobre la Grande Boucle.
A pesar de ser un experto tanto en ciclocross como en BTT y de compartir esas ambiciones en la carretera -donde prioriza las clásicas con subidas, su especialidad-, muchos hablan de él como un futuro aspirante a las Grandes Vueltas. Él se ha encogido de hombros ante cualquier idea de hacerlo en un futuro próximo, una decisión bien justificada por sus prioridades actuales.
"Creo que, en cierto modo, si quisieras ganar el Tour, tendrías que sacrificar las clásicas esa temporada", continúa. "No podrías hacerlas todas". Por eso, aunque no niega que pueda intentarlo en el futuro, el corredor de 23 años no se plantea actualmente un gran cambio de planes.
"Recuerdo la multitud más que nada en Alpe d'Huez. A veces parecía que no había camino delante de mí, y de repente la gente se movía y podías pasar", dijo, describiendo la ascensión alpina.
"No creo que se pueda experimentar eso en ningún otro sitio ni en ningún otro deporte. Habrá posibilidades de que haga las generales en el futuro", concluyó.