Koos Moerenhout, el entrenador de la élite masculina neerlandesa, se quedó tan sorprendido como la mayoría de los aficionados y periodistas cuando
Mathieu van der Poel ganó la carrera en ruta de la élite masculina en el
Mundial con una zapatilla rota.
"Realmente no puedo explicar cómo lo hizo", dijo Moerenhout. "No tengo ni idea, pero lo ha conseguido. Siempre que se produce una caída nunca se sabe: ¿está dañada la bici? ¿Están dañadas las zapatillas? Todo eso es alta tecnología, por supuesto. Si te caes de la manera equivocada, entonces es fácil que tengas un problema y por suerte él pudo seguir usando su bici".
"Con un poco de ajuste podría al menos poner algo de potencia en su zapato y terminar el trabajo. Es un momento agitado una vez que pasa eso. Estás lleno de adrenalina y sólo hay un camino a seguir. Es una reacción que tienen la mayoría de los ciclistas", añadió.
"¿Estoy bien? ¿está bien la bici?", y luego se vuelve a poner en marcha. Por supuesto, tienes que tener un poco de suerte de que la moto siga funcionando después de una caída y esas cosas, pero incluso con eso se podía ver que era el mejor hombre en la bici en ese momento. Siguió ganando terreno y no había duda de que iba a rematar la faena en ese momento".