Aunque su nombre aparecía entre los posibles tapados para la
Amstel Gold Race 2025, pocos apostaban seriamente por una victoria de
Mattias Skjelmose. Pero el danés del
Lidl-Trek volvió a desafiar los pronósticos y escribió su nombre con letras doradas en los muros holandeses, imponiéndose en un espectacular sprint a tres ante Tadej Pogacar y Remco Evenepoel.
Uno de los que más celebró el triunfo fue su compañero de equipo,
Thibau Nys, que terminó 12º en la línea de meta, a 49 segundos del ganador. El joven belga, que también llegaba con buenas sensaciones, no ocultó su emoción por el logro de Skjelmose. “En el momento en que Mattias atacó en el Keutenberg, ya pude ver lo increíblemente fuerte que estaba”, comentó con admiración tras la carrera. “Mattias es simplemente un tipo fantástico, dedicado al 100% a su oficio. Creo que todo el pelotón está contento de verle ganar”.
En cuanto a su propia carrera, Nys reconoció haberse quedado con cierto sabor agridulce. Pese a sus buenas piernas, no logró colarse en el grupo de cabeza. “Estaba un poco demasiado atrás cuando Pogacar se fue”, confesó. “Me sentí realmente frustrado en ese momento, porque sabía que todavía tenía buenas piernas”.
Aún así, no se vino abajo y trató de mantenerse en la lucha. “En los últimos 10 kilómetros empecé a desfallecer un poco. Todavía podía rodar fuerte, pero ya no tenía garra”, explicó con sinceridad. “Realmente lo sentí en la subida final al Cauberg”.
Pero su discurso no fue de resignación, sino de confianza. “No me he sorprendido a mí mismo, y sé que estaré aún mejor el miércoles en La Flecha Valona”, aseguró con determinación.