Mathieu van der Poel llegaba con grandes ambiciones a la
Lieja-Bastoña-Lieja 2024. Se esperaba un duelo con Tadej Pogacar, que no tuvo lugar, ya que el esloveno demostró ser insultantemente superior al resto. La estrella del
Alpecin-Deceuninck tuvo que conformarse con un tercer puesto, que parece poco para ser él pero es un muy buen resultado. Su padre,
Adrie van der Poel, confía en que su hijo pueda ganar la carrera algún día.
Tras quedar descolgado en la Côte de la Redoute, Mathieu consiguió esprintar hasta el podio. "Creo que esto es un estímulo. No he hablado con él, pero dada la situación y el transcurso de la carrera, creo que ha sacado lo mejor de sí mismo", declaró a WielerFlits tras la carrera, en la que Mathieu se vio involucrado en una caída que le obligó a perseguir durante un tiempo.
"Es una pena que se haya quedado atrás, eso requiere mucha fuerza. En las partes muy empinadas no puedes seguir a los mejores escaladores, pero en las partes llanas ves que todavía se puede hacer mucho. Todavía tenía mucha fuerza, y también podía hacerlo bien en el sprint. Si yo fuera él, lo recordaría positivamente", dijo el ganador de la edición de 1988 de la carrera.
¿Cómo ve Adrie las posibilidades de que su hijo gane la carrera algún día? "En última instancia es una elección que tiene que hacer: ¿voy a hacer menos de lo que se me da bien para ganar esta carrera? Creo que es muy posible, sobre todo con este tiempo, los verdaderos escaladores se vendrán abajo y los corredores con cuerpo subirán a lo más alto. Yo no renunciaría a la ambición", concluyó Adrie van der Poel.