Perico Delgado fue en los ochenta uno de los mejores corredores del mundo, ganadndo un Tour de Francia, sumando otros 2 podios y 8 posiciones entre los 10 primeros de la clasificación general. En los noventa, con la aparición de Miguel Induraín, pasó a un lugar secundario dentro de la estructura del por entonces Banesto (hoy Movistar Team).
Perico ayudó a Miguel a ganar sus primeros Tour de Francia, pero llegó un momento en su carrera en que quiso decir basta. Que ya no estaba en condiciones óptimas para brillar o para ayudar al navarro y que era el momento de ir dejándolo. Y fue lo que hizo.
“Ya estaba echando una mano a Miguel Indurain y veía que físicamente no estaba en el lugar que tenía que estar, no sólo a nivel de mi clasificación, sino de poder ayudar decentemente a Miguel. Cuando acabó el Tour de 1993 le dije a mi director, José Miguel Echávarri, que no contase conmigo y que el de 1994 iba a ser mi último año", comentaba Delgado en declaraciones recogidas por los compañeros del Diario del Triatlón.
Confesaba que ese año, su último como profesional y que acabaría con un podio en la Vuelta, no siguió demasiado al Tour desde casa por la tele: “No estuve atento a la televisión desde el primer momento, simplemente alternaba el baño con la contemplación de la carrera. No he sentido ningún tipo de melancolía, entre otras cosas porque no estaba en el ajetreo del comienzo del Tour. Me he sentido como un día normal, como cuando estaba viendo el Giro y no lo disputaba”.