Normalmente, las etapas llanas de una carrera suelen completarse sin demasiados incidentes. Pero si las haces en un
Tour de Francia, al principio de la carrera y sin nada de desnivel para seleccionar al menos un poco el grupo que pelee la victoria, el caos en el esprint final es inevitable.
Todo el mundo quiere esprintar, y todo el mundo llega pleno de fuerzas ya que no ha ocurrido nada en todo el día. Esto es lo que sucedió en la etapa 3 del lunes en la Grande Boucle, que además no tuvo fuga y el pelotón pudo ahorrar aún más energía.
Como era de esperar, las caídas se multiplicaron, sobre todo en los kilómetros finales, e incluso un abandono tan duro como el de
Jasper Philipsen. Aprovechando este contexto, en el último episodio del podcast
The Move, Lance Armstrong,
Bradley Wiggins y George Hincapie señalaron la falta de criterio de la organización del Tour de Francia.
"Si no te has roto la clavícula corriendo en bicicleta, es que no has corrido lo suficiente, porque siempre pasa. Aterrizó recto... Normalmente podrías sacar un brazo, consigues algo para amortiguar la caída, justo en ese hombro derecho", comenzó señalando Armstrong sobre la lesión de Philipsen.
"Hay que ver dónde empezó esto. No creo que ningún corredor tenga la culpa. Son gajes del oficio", añadió el estadounidense.
Lance Armstrong ya empezó a apuntar hacia la organización del Tour de Francia por una etapa así, pero fue Sir Bradley Wiggins quien cargó toda la culpa de lo sucedido al recorrido:
"Pensaba que estábamos haciendo el deporte más seguro... La recta de meta de hoy era algo que no había visto en mucho tiempo. Hubo un tiempo en que la ASO retiraba el mobiliario urbano en los últimos cinco o seis kilómetros... Parece que nos hemos alejado de eso", criticó el antiguo ganador del Tour.