Taco van der Hoorn estuvo nada más y nada menos que 16 meses fuera de competición por culpa de una conmoción cerebral que sufrió tras una caída en el
Tour de Flandes 2023. Lo hizo en la Heusden Koers y tardó apenas 50 días para conseguir su primera victoria después del regreso, en la Elfstedenrace de Países Bajos.
Aunque ahora la situación parece de nuevo optimista, en una entrevista para
RIDE Magazine Van der Hoorn vuelve a los tiempos en que las cosas eran mucho más sombrías. "Sales de la burbuja durante un tiempo. Lo hice muy conscientemente", desvela Van der Hoorn sobre los primeros meses tras su accidente.
"Conscientemente no seguí nada de ciclismo durante un año, y también vi muy pocas carreras. Sólo las grandes carreras que despiertan curiosidad. Todo lo demás alrededor, menos. Eso es bonito en sí mismo, que sepas: vale, hay algo más que ciclismo".
El tiempo fuera de la burbuja le llevó, en cierta medida, a crecer por sí mismo. "Taco van der Hoorn también es más que un ciclista. Esa es una lección muy importante, que te saquen de ella durante un tiempo. Entonces te das cuenta de qué otras cosas son muy importantes. Ahora vuelvo a estar en esa burbuja y el ciclismo lo es todo, pero también intento conscientemente salir de ella después de la temporada. Estoy de vacaciones y también es agradable no tener que pensar: ¿cómo voy a afrontar bien la Kuurne-Bruselas-Kuurne o la París-Roubaix?".
Por otra parte, el ciclismo también ha permitido a Van der Hoorn conocer muchos lugares del mundo. ¿Qué experiencia se le ha quedado más grabada? "China. También disfruté mucho en Australia. Es como Europa Occidental, pero con muchos animales raros y buen tiempo en invierno. China era una cultura diferente. En un momento dado, había tanta gente en nuestro hotel durante la Vuelta a Guangxi que nunca antes había visto a un occidental que ya no se podía caminar por la calle con normalidad. A menudo tiendo a ir a lugares que no son tan turísticos, porque entonces ves el país de verdad. Pero aquello fue muy especial".