Matej Mohoric hizo una impresionante exhibición de calidad en el descenso, pero también de piernas escaladoras, para ganar en solitario el
gravel">Mundial de Gravel. El corredor esloveno apenas puso un pie en falso a lo largo de la difícil carrera y ha añadido un maillot arco iris a su colección.
"Hoy me he sentido muy bien y el recorrido era precioso. Ha sido uno de mis mejores días sobre la bicicleta. Antes siempre montaba en bicicleta de montaña, pero mis amigos me hicieron empezar a correr en carretera. Pero he disfrutado mucho corriendo sobre gravel y me alegro de que me haya ido bien", declaró Mohoric en una entrevista posterior a la carrera. Cuando la carrera se dividió en trozos se encontró en cabeza junto con Florian Vermeersch y Connor Swift, pero tras varias horas de carrera le quedaba más en el depósito en los 25 kilómetros finales, donde se abrieron las brechas decisivas.
"Siempre he creído en la victoria, sobre todo porque sobreviví a todas las selecciones. Eso me hizo sentir que tenía piernas", cuenta. "Había explorado los últimos 40 kilómetros. Eran supertécnicos y con subidas empinadas, lo que me venía perfecto. Sabía que tenía que ir a por todas y pronto noté que los demás sufrían". A falta de 18 kilómetros se marchó en solitario, y parecía el más fuerte. Aún así, corrió grandes riesgos en el descenso final y acabó bajando.
"Durante el reconocimiento tomé una ruta ligeramente diferente, pero afortunadamente mantuve la calma y no entré en pánico", afirma. Con estilo, cruzó la meta para hacerse con el título mundial en una carrera muy pintoresca y emocionante. "Es un título de élite en una disciplina que tiene mucho futuro. Se está haciendo muy popular y por eso estoy muy orgulloso. Si funciona, volveré sin duda al Mundial".