Demi Vollering llegaba al
Tour de Francia Femenino con la vitola de máxima favorita. Era lógico tras haber ganado todas y cada una de las vueltas por etapas en las que había participado este año, desde la Vuelta a España hasta la Vuelta a Suiza, pasando por la Vuelta a Burgos y la Itzulia. Además, la estrella del
Team SD Worx - Protime era la que defendía el título en la ronda gala.
Vollering, que empezó la jornada con más de un minuto de desventaja, sabía que tenía que hacer un gran esfuerzo y eso es exactamente lo que hizo, atacando a falta de más de 50 kilómetros. Inmediatamente después, dejó atrás al maillot amarillo de
Katarzyna Niewiadoma, y se marchó junto a su compañera
Pauliena Rooijakkers. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de ambas, Niewiadoma limitó muy bien sus pérdidas y mantuvo al dúo de cabeza a tiro en Alpe d'Huez, salvando finalmente su maillot amarillo por sólo 4 segundos.
"Me sabe muy mal haber perdido por sólo cuatro segundos", admite Vollering en su
entrevista posterior a la etapa, lamentando una caída inoportuna al principio de la carrera que le había dejado mucho trabajo por hacer. "Porque antes el maillot amarillo estaba muy seguro sobre mis hombros, pero entonces se produjo la estúpida caída y lo perdí realmente allí. Es muy doloroso saber ahora que hoy no ha sido suficiente. Normalmente también podría hacerlo, pero hoy me dolía mucho la espalda. Fue una gran lucha contra mí mismo en Alpe d'Huez".
"Intenté luchar con todo lo que tenía. Sé que tenemos un evento en Países Bajos y que hay mucha gente que lucha cada año por una buena causa benéfica para la investigación del cáncer. Toda esa gente lucha hasta llegar aquí [Alpe d'Huez]. Hoy estaba pensando en esto. No podía rendirme nunca, eso fue lo que hice, pero no fue suficiente", concluye Vollering. "Gané dos etapas, una vez segundo y otra tercero, tuve un Tour de Francia muy bueno, sólo un día fue malo".