Tadej Pogacar se hizo con su victoria número 100 y la primera con el maillot de campeón del mundo en el
Tour de Francia. También es su 18º triunfo en la ronda gala, con el que deshace el empate con Jean Alavoine y se coloca octavo en solitario en la clasificación histórica. De aquí a tres semanas tendrá la oportunidad de alcanzar a François Faber, Nicolas Frantz y André Darrigade, que cuenta con 22 y cierra el Top 5.
Mucho de su victoria se lo debe a
João Almeida, que estuvo espectacular para cazar a Matteo Jorgenson y romperle las piernas a
Mathieu van der Poel. También estuvo muy bien
Jonas Vingegaard, que terminó tercero y se deja la oportunidad de hacerse con el maillot amarillo tras la contrarreloj. En cuanto a los españoles, tanto Enric Mas como Carlos Rodríguez perdieron algo de tiempo.
Una vez terminado el escenario, pedimos a algunos de nuestros redactores que compartieran sus reflexiones y principales conclusiones sobre lo ocurrido hoy.
Víctor LF (CiclismoAlDía)
Tadej Pogacar es extremadamente fuerte. Hasta los últimos 50 metros, estaba convencido de que Mathieu van der Poel ganaría la etapa. Me pregunto si el esloveno podría haberse ido en solitario en la última subida, pero prefirió no cebarse y ganar al sprint.
Jonas Vingegaard también está en forma y tiene posibilidades de hacerse con el maillot amarillo en la contrarreloj de mañana. Pero el favorito será Remco Evenepoel, que hoy estuvo con los mejores.
En cuanto a los españoles, Enric Mas ha estado hoy un poco por debajo de su nivel, pero ya sabemos que le favorecen mucho más las subidas largas y continuas que estos repechos cortos y muy empinados. Carlos Rodríguez sigue decepcionando y ha vuelto a perder tiempo.
PD: João Almeida es una bestia.
Félix Serna (CyclingUpToDate)
¿Hay algún límite para lo que puede hacer Tadej Pogacar? Con su victoria de hoy en la cuarta etapa del Tour de Francia, el esloveno ha alcanzado la increíble cifra de 100 victorias profesionales (y sólo tiene 26 años). Creo que esto no ha hecho más que empezar. Todavía quedan 17 etapas en el Tour, y muchos finales están hechos a su medida, así que creo que la marca del siglo pronto quedará obsoleta.
Sin embargo, Pogacar sigue segundo en la clasificación general, justo por detrás de Van der Poel, que le arrebató el maillot amarillo en la segunda etapa. Si las cosas hubieran ido un poco diferentes, podría haber vestido el maillot jaune desde el principio. Esto plantea otra pregunta: ¿veremos alguna vez a Pogacar liderar una Gran Vuelta de principio a fin, vestido de amarillo (o rosa o rojo) durante los 21 días?
Personalmente, no me gusta cuando los equipos dicen a sus corredores que pierdan el maillot amarillo intencionadamente, para que no tengan que pasar tanto tiempo en la ceremonia del podio, y el equipo no sienta la presión y la responsabilidad de tirar del pelotón. Por supuesto, entiendo el razonamiento que hay detrás de esa decisión, pero me encantaría ver algún día a Pogacar con el maillot de líder durante toda una carrera de tres semanas.
Volviendo a lo sucedido en la etapa de hoy, Vingegaard ha seguido demostrando que está en muy buena forma y que su explosividad ha mejorado. Creo que este factor será crucial para él en las etapas de montaña.
Joao Almeida volvió a demostrar que es el mejor gregario que un líder como Pogacar puede soñar. Persiguió rápidamente a Evenepoel en su último ataque y aportó calma a la carrera cuando más se necesitaba.
El lado negativo del día ha sido Roglic... otra vez. Al igual que en la segunda etapa, este final le ha sentado de maravilla, pero de nuevo no ha estado cerca del grupo delantero. Llegó a 32 segundos de Pogacar, en 18ª posición, junto con Tiesj Benoot, Enric Mas y Alexey Lutsenko.
Espero con impaciencia la contrarreloj de mañana. Creo que puede cambiar la clasificación. Los corredores como Evenepoel o Roglic tienen que aprovechar esta oportunidad para mejorar no sólo su clasificación en la general, sino también para reforzar su moral de cara a las próximas etapas.
¿Y tú? Qué opinas de lo que ha pasado hoy? Deja un comentario y únete al debate!