DEBATE | Etapa 19 Tour de Francia 2025: ¿Está terminando Vingegaard mejor que Pogacar? Arensman aprovecha el marcaje

Thymen Arensman se llevó la victoria de etapa en la 19ª y antepenúltima jornada de este Tour de Francia 2025. El neerlandés del INEOS Grenadiers suma así dos triunfos y se corona como uno de los grandes nombres propios de la carrera. En La Plagne fue el más listo, aprovechando el marcaje férreo entre Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, para después aguantarles la embestida final y superarlos por dos segundos en la línea de meta.

En cuanto a Pogacar, o está menos ambicioso, que no parece el caso, o no tiene las mejores piernas de su vida, lo cual se acerca mucho más a la realidad. Es cierto que tiene el Tour ganado, pero Vingegaard lo está terminando igual o mejor, algo que era impensable hace una semana en los Pirineos. Más allá de los dos hombres más fuertes de la carrera, Florian Lipowitz hizo un gran trabajo consolidando su puesto en el podio final.

Primoz Roglic lo intentó, pero al final se quedó sin fuerzas. Su aventura pareció más un intento de ganar la etapa que de seguir subiendo en la clasificación general. Finalmente, se quedó sin Top 5 y cayó a la octava posición, superado por Felix Gall, Tobias Halland Johannessen y Kévin Vauquelin, que están completando la carrera de sus vidas. Al igual que Oscar Onley, que va a terminar en cuarta posición.

Una vez finalizada la etapa, pedimos a algunos de nuestros redactores que compartieran sus reflexiones y principales conclusiones sobre lo ocurrido hoy.

Soy un gran fan de Tadej Pogacar. No solo es el ciclista con el que más he disfrutado del ciclismo desde que tengo uso de razón (junto con Alberto Contador), sino que además es uno de mis deportistas favoritos en la historia del deporte en general.

Como aficionado suyo, a veces llego a pensar que no es humano. Pero en este Tour de Francia final estamos viendo al Pogacar más humano de los últimos dos años. Incluso para él la carrera se está haciendo larga, está sufriendo y está cansado. Un Pogacar en plena forma habría sumado tres victorias de etapa más.

No creo que haya cambiado de mentalidad estos días ni que haya perdido la ambición desmedida que suele tener. Estoy convencido de que tiene en mente el récord de Mark Cavendish. Y no tengo la sensación de que haya dejado escapar una oportunidad más, simplemente tengo la impresión de que no ha podido.

Enhorabuena a Thymen Arensman, que lo ha aprovechado al máximo y es una de las historias bonitas de este Tour de Francia con dos victorias de etapa. Por su parte, Jonas Vingegaard dijo que estaba dispuesto a arriesgar su segundo puesto para intentar ganar, y hoy ha quedado claro que solo quería la victoria de etapa, algo que tampoco conseguirá en este Tour.

En cuanto al resto del Top 10, enhorabuena a Florian Lipowitz porque estará en el podio en París, algo que hace unas semanas parecía impensable para él. Enhorabuena a Oscar Onley, que ha dado un paso al frente y se confirma como uno de los grandes nombres a seguir para las carreras de tres semanas, tanto en el presente como en el futuro. Enhorabuena a Felix Gall, que demuestra qué gran corredor es y está cada vez más cerca de un podio en una Gran Vuelta. Enhorabuena a Tobias Halland Johannessen por confirmar su progresión cuatro años después de ganar el Tour del Porvenir. Y por último, gracias a Primoz Roglic por estos dos últimos días en los que ha aportado algo de emoción intentando una escapada, aunque eso le haya costado salir del Top 5 en la clasificación general.

Al igual que ayer con Ben O'Connor, hoy hemos disfrutado de otro fantástico ganador, Thymen Arensman. Por primera vez en la historia del Tour de Francia, un holandés ha ganado dos etapas de montaña en una misma edición. Ningún campeón holandés lo había hecho antes. Y sin embargo, este Arensman debuta en el Tour de Francia.

A partir de ahora, ya no hay lugar para una "mala semana" en una Gran Vuelta ni para el pánico que suele acompañarla. Ahora sabe, de una vez por todas, que puede competir con los mejores. No lo olvidemos: atacó tres veces durante la etapa de hoy. Y la tercera vez fue la correcta. Hacía falta perspicacia táctica y valor para intentarlo. Y lo hizo magníficamente. Pura clase.

¿Qué decir entonces del duelo Pogacar-Vingegaard? ¿Viste lo rápido que desapareció Pogacar de ambos podios? Parecía cansado y decepcionado. No en sí mismo -esa no es su naturaleza- sino especialmente en el danés. Junto con Vingegaard, volvieron a ser los más fuertes en la subida y, sin embargo, Vingegaard dejó que Arensman fuera arrollado dos veces y permitió que Pogacar le soltara en el tercer ataque.

El esloveno parecía furioso sobre la moto. Decidió reducir gradualmente la diferencia de 35 segundos que le separaba de Arensman, con la esperanza de que a falta de 2 ó 1 km, Vingegaard tendiera un puente hacia el ciclista de INEOS. Pero Vingegaard se negó en redondo. Fue nuestro héroe Lipowitz quien asumió la responsabilidad de los 2 kilómetros finales en cabeza cuando vio que Onley se resquebrajaba de repente.

Se mire como se mire, los cálculos de Pogacar no cuadran, pero ¿y los de Vingegaard? ¿No fue él quien afirmó ayer que el Tour aún no había terminado? ¿No era él quien no había ganado ni una sola etapa? ¿Por qué no poner las cartas sobre la mesa una vez más?

Incomprensible por parte del jinete de Visma, si me preguntas. A Thymen Arensman no le importará. Y Florian Lipowitz no podría haber esperado un resultado mejor, siguiendo el ritmo de Pogacar como un potente motor diésel. Al final, fue el más explosivo Onley quien se quebró por agotamiento.

Lipowitz terminó en un sólido cuarto puesto y ahora tiene una ventaja de más de un minuto sobre el escocés. Salvo contratiempo, por primera vez en 20 años un alemán subirá al podio del Tour de Francia.

Tadej Pogacar ha entrado en modo ahorro tras la segunda semana con el Tour en el bolsillo, y eso tristemente significó que la mayor parte de la emoción desapareció. La lucha por los demás puestos de la general también fue decepcionante, ya que Onley nunca llegó a amenazar la posición de Lipowitz y el resto del top-10 se limitó a ver quién tenía un mal día y quién no.

Al final, Gall ha sido el que ha mostrado más regularidad y sube merecidamente al 5º puesto de la general, un gran resultado para el austriaco. Primoz Roglic sigue haciendo de domestique y no entiendo por qué.

Sí, Lipowitz tenía claramente buenas piernas hoy, pero el esloveno pasó un total de 0 minutos trabajando para su compañero de equipo más joven, y más bien se enterró a sí mismo con un ataque suicida antes de La Plagne. Es posible que Roglic quiera sentarse frente a su espejo en algún momento después de este Tour y pensar en su futuro; si quiere seguir persiguiendo una victoria en una Gran Vuelta - no sucederá en presencia de Pogacar y Vingegaard.

Eso está claro. Personalmente, me encantaría ver a un Roglic cazador de etapas en los próximos años, pero eso lo decidirá el propio piloto;

Roglic probó suerte por segundo día consecutivo y reventó. Pero a Red Bull le tocó la lotería, ya que Oscar Onley perdió el tren de los favoritos en los kilómetros finales y Florian Lipowitz ve ahora más seguro su puesto en el podio de París. Pogacar y Vingegaard no se atacaron en la subida final e hicieron las cosas a su ritmo.

No hay nada que hacer. Los más de 4 minutos de ventaja dan confianza a Pogacar y desmoralizan a Vingegaard. El danés tenía la obligación de atacar y nunca lo hizo. ¿Por qué iba a atacar Pogacar? ¿No es el líder de la carrera? ¿Pero podría querer ganar la etapa?

Claro que podía. Pero lo diré otra vez, Vingegaard sigue sin levantar los brazos en la carrera, debería haber sido él quien quisiera recortar distancias con el hombre de INEOS, pero se limitó a seguir la rueda. Thymen Aresman ha levantado los brazos por segunda vez con todo merecimiento. Qué esfuerzo tan tremendo, qué subida tan maravillosa. Para mí, es el hombre del día. Chapeau.

Tan pronto como el pelotón comenzó el Col du Pre (la primera subida del día), era evidente que el UAE quería ganar la etapa. Tim Wellens imprimió un ritmo tan fuerte que la mitad del pelotón de Visma se descolgó en los primeros kilómetros de la subida. Jorgenson, Benoot, Van Aert y Affini tuvieron que abandonar muy pronto. La escapada nunca tuvo más de 2 minutos de ventaja sobre el pelotón, y un ataque de Pogacar parecía inevitable e inminente cuando llegaron a la última subida.

Pogacar atacó, es cierto, pero ¿tenía el control de la carrera? El esloveno quería alcanzar a Arensman y subir solo a la cima de la montaña para ganar la etapa, pero se vio limitado por Vingegaard. Creo que Jonas no tenía esperanzas de ganar la carrera en ese momento, y sólo tenía un objetivo en mente: impedir que Pogacar consiguiera su 5ª victoria de etapa.

La batalla física se ha convertido en una batalla mental.Vingegaard ha aceptado la derrota en este Tour y ahora mira a la próxima competicióncontra Pogacar: la Vuelta a España. El esloveno ha repetido muchas veces que quiere ganar el mayor número de etapas posible. Tras verse privado de la victoria por tres escapadas, ganar hoy se había convertido en una obsesión.

Jonas lo sabía, y quería hacer sentir a Pogacar que no es tan superior como solía serlo durante la primera y la segunda semana, por eso era tan importante para él impedir la victoria de Pogacar.

El danés dejó toda la responsabilidad a Pogacar (siempre iba a su rueda), y no intentó atacar a Pogacar ni una sola vez. Sabía que cualquier ligera aceleración les acercaría a Arensman, y Pogacar suele ser el más rápido al sprint, por lo que este escenario no era favorable para Vingegaard. En su lugar, resistió los ataques de Tadej, e incluso le superó en la línea de meta.

La tercera semana nos ha mostrado una cara diferente tanto de Pogacar como de Vingegaard. Jonas ha mejorado claramente, ya que nunca ha sido superado por Pogacar, mientras que el esloveno parece haber bajado ligeramente su excepcional nivel. Esto nos deja con dos pilotos a un nivel extremadamente similar(aunque creo que Pogacar seguía siendo mejor).

De cara a la Vuelta a España (que se celebrará dentro de un mes), Vingegaard se ha dado cuenta de que Pogacar es humano, y de que hay formas de ganarle. Si mantiene esta tendencia ascendente, pronto podríamos ver una batalla muy interesante entre ellos.

En cuanto al resto del pelotón, hoy han destacado dos nombres. Arensman ha confirmado que está en excelente forma. Volvió a rodar de forma muy inteligente, y esta vez su victoria no vino de la escapada, sino del pelotón, lo que es increíble. Tras el abandono de Ganna y la mala actuación de Carlos, el Tour de Francia de INEOS no parecía nada prometedor, pero el holandés acudió al rescate del equipo. Bravo por él.

El segundo nombre es Red Bull Bora. Debo decir que no estaba de acuerdo con la mayoría de sus decisiones tácticas, especialmente al principio de la carrera, pero me sorprendió verles colocar a dos corredores entre los cinco primeros. Sin embargo, hoy han arruinado gran parte del trabajo que habían hecho.

Aunque Lipowitz se ha asegurado el tercer puesto, Roglic ha caído del 5º al... 8º. Hoy ha perdido más de 12 minutos. No sé si estaba vacío o si simplemente dejó de preocuparse una vez que supo que no iba a ganar la etapa. Aun así, incluso para un corredor como Roglic, creo que terminar entre los cinco primeros sigue siendo muy valioso, sobre todo teniendo en cuenta que el esloveno sólo lo ha conseguido dos veces en su carrera en el Tour.

Además, casi nunca le he visto trabajar directamente para Lipowitz. El caso más flagrante fue ayer. ¿Por qué Roglic no esperó a Lipowitz, que estaba luchando por el objetivo más importante del equipo?

Si Evenepoel acaba fichando por Red Bull - BORA, será interesante ver cómo se estructurará el equipo y cómo decidirá pilotar. Pero una cosa está clara: si Lipowitz sigue progresando así, pronto podría convertirse en el líder indiscutible del equipo.