David Millar ha reflexionado sobre un historial que abarca cuatro triunfos de etapa en el
Tour de Francia, cinco en la Vuelta a España y una etapa en el Giro de Italia de 2011. El ciclista escocés de 47 años repasó algunas de las competiciones más destacadas de su trayectoria en una entrevista con GCN.
"Volví al Reino Unido desde Hong Kong en 1995, pero no me había entrenado como era debido, ya que había holgazaneado durante un año sabiendo que tenía una plaza garantizada en el Mundial de San Marino. Recuerdo que me dejaron tirado, me bajé de la bicicleta en la meta, me senté al borde de la carretera y se me cayó una lágrima. Me senté allí y pensé: 'qué demonios estoy haciendo aquí', porque era mucho mejor que el resultado que obtuve al final".
En su opinión, una carrera que convirtió a Millar en una gran promesa fue el Tour de la Corrèze de 1996. "Mi equipo se vino abajo en ese momento y acabé teniendo que controlar la carrera yo solo. Aquella victoria general confirmó todos los resultados que había tenido hasta entonces, porque demostró que podía escalar, que podía esprintar y que podía competir en carretera con los mejores. Ese fue el resultado que me abrió las puertas de los equipos profesionales, y de los franceses en particular. Llamó la atención de Marc Madiot, del FDJ, y de Cyrille Guimard, del Cofidis, y todos llamaron a mi puerta después de aquella carrera".
Guimard fue quien más llamó la atención del joven Millar cuando trazó un plan a largo plazo para el entonces corredor de 19 años. "Ganar la primera etapa de mi primer Tour de Francia fue enorme. Me cambió la vida. En ese momento ya estaba totalmente asentado en Cofidis, pero mirando hacia atrás, la victoria y el maillot jaune era lo que el equipo esperaba de mí, y era exactamente lo que Guimard había esbozado en su gran plan cuando nos conocimos en 1996".