Cian Uijtdebroeks, de 20 años, debuta en una Gran Vuelta en esta
Vuelta a España 2023, pero ya se está probando para la clasificación general. En la primera cima de Arinsal estuvo muy presente en el grupo de favoritos de la general.
"Esto me da confianza para mi ambición de acabar entre los 10 primeros. Por supuesto que ha sido duro, pero al final no ha estado tan mal. Todavía me falta un poco de pegada", dijo Uijtdebroeks a Het Nieuwsblad. "El ritmo era bueno. Ahora depende de cómo me recupere. Espero mejorar cada día. Especialmente cuesta arriba he ganado confianza".
El ganador del Tour del Porvenir del año pasado ha pasado la temporada trabajando en su habilidad en las carreras por etapas y preparándose para la Vuelta. Los resultados entre los 10 primeros en la Volta a Catalunya, el Tour de Romandía y el Tour de Suiza mostraron a un Uijtdebroeks consistente.
Sin embargo, admite que no se sentía así: "La verdad es que no me sentía muy bien y tenía un poco de miedo. Empecé a tener dudas porque hacía dos meses que no corría. Pensé que quizá necesitaba coger un poco más de ritmo. Sufrí durante un rato y empecé a preguntarme si el nivel no era demasiado alto después de todo. Al final todo salió bien y sentí que mis piernas se soltaron el domingo".
En la subida final de este lunes se produjeron algunos ataques, pero el belga siguió en el grupo principal de la general durante todo el recorrido. Aleksandr Vlasov se unió a él y ambos corredores del
BORA - Hansgrohe terminaron en el grupo delantero y han escalado posiciones en la clasificación general.
"Cada vez iba más rápido y había una amenaza de hueco, pero cuando Kuss y Soler empezaron a acelerar el ritmo, eso me vino bien", explica. "No me gustan esos cambios de ritmo, acelerar, frenar... El hecho de que ellos aumentaran la velocidad y la mantuvieran fue perfecto para mí. Mi esprint no es tan explosivo. Todavía no tengo esa pegada. Estuve ahí y estoy muy contento por ello".
