Chris Froome sube una foto de sus cicatrices por primera vez desde su gravísimo accidente

El ciclismo es uno de los deportes más peligrosos del mundo. Cuando un corredor se sube a la bicicleta, sabe que se está jugando la vida. Entre las velocidades, la falta de seguridad y factores externos de la carretera, la salud de los atletas siempre está a la orden del día. Chris Froome, sin ir más lejos, se está recuperando de un accidente casi mortal mientras entrenaba con Israel - Premier Tech.

La leyenda del ciclismo británico, que ahora tiene 40 años, publicó una actualización fotográfica en su Instagram Stories, ofreciendo a los fans una mirada sin filtros sobre el desgaste físico de su último revés.

En las imágenes se ve a Froome sin camiseta durante una sesión de rehabilitación, con el torso marcado por profundas cicatrices y hematomas, prueba duradera de la caída que le obligó a ser trasladado en helicóptero a un hospital de Toulon a finales de agosto.

A pesar de los daños visibles, se ve a Froome sonriendo y con el pulgar levantado en señal positiva, etiquetando a un centro de recuperación y rendimiento con sede en el Reino Unido que le está ayudando en su tratamiento.

El accidente, que se produjo durante un paseo en solitario cerca de la Riviera francesa, provocó a Froome cinco costillas rotas, una vértebra lumbar fracturada, un pulmón colapsado y, lo que es más alarmante, una rotura del pericardio, la bolsa protectora que rodea el corazón. Fue trasladado al hospital militar de Sainte-Anne para ser operado de urgencia y permaneció bajo estrecha observación.

Los médicos describieron más tarde el incidente como "potencialmente mortal", y aún no está claro lo cerca que estuvo Froome de poner fin a su carrera, o incluso a su vida. Su familia emitió un comunicado en el que aseguraba a los aficionados que su estado era estable y que el veterano escalador no había sufrido lesiones en la cabeza, una pequeña bendición en una situación aterradora.

Este no es el primer enfrentamiento de Froome con la adversidad. En 2019, durante un reconocimiento de una etapa contrarreloj en el Critérium du Dauphiné, sufrió una catastrófica caída que le dejó con fractura de fémur, codo, cadera y costillas, lesiones que le dejaron fuera de juego durante casi un año y sembraron la duda sobre si volvería a competir.

Pero el británico nacido en Kenia desafió las expectativas, regresando al pelotón con Israel - Premier Tech y continuando en carrera hasta bien entrada la treintena - incluso cuando los podios se reducían y las diferencias con los líderes se ampliaban.

Con su contrato en Israel - Premier Tech a punto de expirar a finales de año, y sin garantías de que vuelva a estar en forma para competir, sigue habiendo dudas sobre si los aficionados volverán a ver a Froome en el pelotón.