Cinco ciclistas profesionales ya han tenido que poner fin prematuramente a sus carreras en 2023 debido a problemas cardíacos.
Heinrich Haussler, actual director deportivo de
BORA - hansgrohe, es uno de esos casos y su historia aún hace fruncir el ceño.
Durante la fase Covid-19 de 2022, Haussler contrajo el virus en verano. Haussler, que por aquel entonces era corredor profesional del pelotón y aspiraba a ser nominado para el Mundial de Australia, su país natal, participó en el Deutschland Tour durante su enfermedad y lo disputó hasta el final. Como consecuencia, siguió sufriendo problemas cardíacos durante su rutina diaria de entrenamiento y también experimentó una arritmia durante la carrera del Mundial. Aguantó en el coche del equipo durante unos dos minutos, pero luego también corrió hasta el final de la carrera.
Anteriormente, Haussler sólo había experimentado problemas cardíacos una vez durante los entrenamientos de 2020. Sin embargo, como la situación no volvió a la normalidad después del Mundial de Australia, el médico del equipo le dio un descanso. Haussler quiso ponerse en marcha de nuevo, pero una vez más su corazón se lo impidió, por lo que el médico del equipo le obligó a guardar un estricto reposo. Haussler declaró al periódico Badische Zeitung: "Estaba sentado en casa, en el sofá. Después de una semana, pensé: Tengo que salir a correr relajado. ¿Qué debería pasar? Fue entonces cuando me derrumbé".
Entonces se le diagnosticó una taquicardia ventricular que acabó poniendo fin a su carrera, ya que se trataba de una arritmia cardiaca potencialmente mortal. Sin embargo, Heinrich Hausslerk es un caso excepcional: otros cuatro ciclistas profesionales, entre ellos
Nathan Van Hooydonck,
Wesley Kreder,
Niklas Eg y
Sep Vanmarcke, tuvieron que poner fin a sus carreras debido a anomalías del músculo cardiaco, infartos, arritmias y palpitaciones.
Se ha sensibilizado a los corredores
El Dr. Ortwin Schäfer, médico jefe de BORA - hansgrohe, admite que las publicaciones han sensibilizado más a los ciclistas. Schäfer se dedica al ciclismo desde hace muchos años y está investigando si los profesionales que montan en bicicleta durante años sometidos a un estrés máximo son más susceptibles de sufrir en algún momento diversos problemas cardiacos. Esto requiere una diferenciación individual, dice, porque el sistema cardiovascular es muy complejo y hay que analizar una gran variedad de parámetros caso por caso. Cardiopatías congénitas, miocarditis aguda, circunstancias vitales, medicación o incluso un posible dopaje son factores que hay que tener en cuenta. Por desgracia, muchos corredores no revelan su diagnóstico, lo que no facilita la situación.
En general, el deporte es "la mejor píldora que se puede recetar", pero Schäfer también se pregunta cada vez más si "el ejercicio de alta intensidad durante un largo periodo de tiempo puede sobrecargar el sistema cardiovascular". Sin embargo, según las observaciones actuales en el deporte de élite, no es posible dar una respuesta. Sólo hay indicios de que los deportistas de élite tienen un riesgo de fibrilación auricular de dos a diez veces mayor que la población normal, según los resultados de un estudio. Sus arterias coronarias suelen estar más calcificadas y el músculo cardíaco presenta más cambios cicatriciales. Los ciclistas afectados más recientemente, que tuvieron que poner fin a sus carreras, solían entrenar con grandes volúmenes y cargas elevadas desde una edad temprana. Por supuesto, el deporte es saludable, dijo Schäfer: "Todo esto es objeto de investigación en la actualidad, pero nadie puede decir si la curva se invertirá en algún momento".
"Estar resfriado o acabar una competición con coronavirus. Estoy totalmente en contra de eso"
Como organismo rector mundial, la UCI está muy bien posicionada en lo que se refiere a la detección precoz de problemas cardíacos: se realizan análisis de sangre cuatro veces al año para determinar los niveles de inflamación y estrés. Antes del inicio de cada temporada, cada ciclista profesional debe someterse a un control exhaustivo con un ECG en reposo y una ecografía cardiaca y un ECG de ejercicio anuales alternos. Sin embargo, no existe una definición de cómo debe realizarse una ecografía cardiaca. "Se pueden medir mil cosas, pero hay que establecer normas para lo que es importante en el deporte", subraya Schäfer. Él mismo también realiza el llamado strain analysis (análisis de deformación del corazón) a los dos atletas y le gustaría que fuera obligatorio lo antes posible.
Las razones de la enfermedad de Heinrich Haussler aún no están claras, pero una cosa le ha quedado clara: "Tener un resfriado o terminar una competición con covid. Estoy totalmente en contra de eso". Basándose en las experiencias que le llevaron al final de su carrera profesional, se lo recomendaría encarecidamente a todo el mundo, porque todavía hay vida después.