Jerôme Pineau, ex corredor profesional y director de equipo, lanzó un ataque directo contra
Bjarne Riis después de que el danés, ganador del Tour de Francia de 1996, reiterara públicamente su confesión de dopaje e insistiera en que no sentía ningún remordimiento por haberlo hecho.
En su intervención en Les Grandes Gueules du Sport en RMC, Pineau acusó a Riis de blanquear su pasado y de querer arrastrar a toda una generación de ciclistas a la misma categoría.Recordemos que acabó con
Miguel Induráin en el
Tour de Francia de 1996. El ex corredor francés se mostró tajante: "Lo dice como si todos los demás estuvieran en el mismo barco que él, pero ¿cómo iba a saberlo? Gilles Delion corrió limpio. Riis, junto con su banda del Telekom, destruyó las carreras de corredores que podrían haber hecho las cosas de otra manera. Recibe dinero para dar conferencias, diciendo estas cosas delante de empresas. Es una vergüenza. Gente así debería ser silenciada".
Las palabras de Riis, ahora con 61 años, reavivaron el debate sobre la era de la EPO, una de las etapas más oscuras del ciclismo. "Estaba completamente dopado. Sabía exactamente lo que hacía. No me arrepiento de nada, porque formaba parte de aquella época y de un sistema que todos aceptábamos en silencio", declaró el ex corredor, despertando la indignación de Pineau.
El francés, que más tarde dirigió a equipos como Direct Énergie y B&B Hotels, insistió en que el ciclismo sigue concediendo demasiado espacio a figuras que nunca han mostrado arrepentimiento: "Hay dos tipos de personas a las que hay que callar: los que dicen que no se arrepienten de nada y los que dicen 'yo no' cuando todo el mundo sabe perfectamente que hicieron trampas. Actúan como si estuvieran por encima de todo, lo que es aún peor. Sin embargo, siempre se les da una plataforma, y siguen rondando el microcosmos del ciclismo. Ambas categorías me ponen enfermo".
El repaso de Pineau a Riis
Pineau también recordó su experiencia frente a Riis, quien fue director del CSC-Saxo Bank durante los 2000: "Nos machacaba con su arrogancia y su poder. Es tóxico. Cuando el Tour de Francia empezó en Dinamarca en 2022, era tan impopular que ni siquiera le invitaron. Es un paria en su propio país, y con razón".
El apodado “Mr. 60%”, en alusión a su sospechoso nivel de hematocrito, sigue siendo una figura profundamente polarizante. Pineau señaló cómo el rendimiento de Riis cambió drásticamente al pasar del equipo francés Castorama al Telekom: "Cuando corría por primera vez para Castorama, no podía pasar un puente. Luego se va al Telekom, y de repente gana el Tour de Francia, diciendo 'así es el sistema'... haciendo trampas. Esta gente está enferma".
Bjarne Riis, junto a Miguel Induráin
El francés concluyó con una crítica demoledora sobre el legado del danés: "Había montones de corredores con un nivel de hematocrito del 60% que podrían haber dado conferencias perfectamente. A mí también se me habría dado bien. Riis no es más que un producto de la química. Su único logro fue ganar el Tour, pero con un hematocrito del 60%, claro que ganó".
La dureza de sus declaraciones refleja que, incluso casi treinta años después del triunfo de Riis en París, las cicatrices de aquella época siguen abiertas en el ciclismo.