El debut de
Arnaud De Lie en la Paris-Roubaix fue una experiencia agridulce, ya que terminó en 50ª posición a pesar de enfrentarse a varios obstáculos que repercutieron en su rendimiento.
"Me he sentido fuerte y he disfrutado mucho hoy. Por desgracia, pinché en el bosque de Arenberg, pero seguí luchando", declaró en el sitio web de su equipo. No se rindió y, una vez más, volvió a subirse a la bicicleta. "Al final, aún pude volver al pelotón que esprintaría por el 15º puesto".
Al parecer, la suerte no estaba de su lado, ya que volvió a encontrarse con la misma dificultad. "Lamentablemente, volví a pinchar en el sector final. Es una pena, pero ha sido una buena primera toma de contacto con el Infierno". La próxima vez le veremos en De Brabantse Pijl.