Análisis temporada 2025 | Movistar Team: La lesión de Enric Mas, el bochorno de Gaviria y la ilusión de Uijtdebroeks

Ciclismo
miércoles, 17 diciembre 2025 en 12:33
Iván Romeo, atacando en el Tour de Francia
La temporada de carretera 2025 bajó el telón y, para el Movistar Team, se pareció más a un ejercicio de contención de daños que a un éxito. La escuadra WorldTour más longevaalternó algunos destellos alentadores con largos periodos de frustración y metas rozadas. Evitó el desastre por la lesión de Enric Mas y el ridículo de Fernando Gaviria, pero raras veces pareció la potencia que fue en grandes vueltas y clásicas mayores. E
Este repaso recorre su año desde las clásicas de primavera hasta las tres grandes de tres semanas, y cierra con lo que sus movimientos de mercado pueden significar para 2026 con hombres clave como Cian Uijtdebroeks dando mucho juego
Las raíces de Movistar se remontan a los tiempos de Reynolds y Banesto, con un proyecto históricamente construido en torno a aspirantes a grandes vueltas y escaladores españoles de nivel. En 2025 el líder indiscutible siguió siendo Enric Mas, un especialista en podios de grandes vueltas y cuatro veces en el cajón de la Vuelta a España, que cargaba con buena parte de las esperanzas generales del país. A su alrededor, la dirección trató de perfilar una plantilla más moderna y versátil.
Pelayo Sánchez ganó en el Giro en 2024, pero una enfermedad le dejó seco en 2025, y Fernando Gaviria daba muchos puntos con pocos triunfos, pero eso también se acabó en un año que le ha dejado completamente fuera. Así, más allá del gran inicio con algunos triunfos de nivel como el de Javi Romo en el Tour Down Under o de Jon Barrenetxea en Andalucía, la gran ilusión ha sido Iván Romeo.
Llegó como un todoterreno de enorme proyección. Aún muy joven, Romeo dio un paso al frente, con victorias de etapa en citas como Valencia y el Critérium du Dauphiné y señales de futuro potencial para la general. Sobre el papel, parecía la clásica mezcla Movistar Team de líderes contrastados y talentos ambiciosos, pero hacer que esa combinación funcionase con continuidad en la carretera resultó mucho más difícil.
Reducido todo a los datos, el relato es bastante claro. Movistar Team logró 9 victorias en 2025, con una buena parte procedente de campeonatos nacionales más que de grandes triunfos internacionales. Balance pobrísimo. En el ranking por equipos UCI WorldTour cayeron al 15º puesto, dos lugares peor que en 2024.
Más significativo aún, un par de ProTeams les superaron en el acumulado de la temporada; Israel–Premier Tech, por ejemplo, terminó por delante en puntos, mientras Movistar se movió apenas por encima de escuadras WorldTour de menor rango como Team Jayco AlUla. Para un equipo acostumbrado a vivir cerca de la parte alta de la tabla, esa posición en la zona media-baja subrayó cuánto se quedó 2025 por debajo de sus referencias históricas.
Cian Uijtdebroeks contesta a Mónica Marchante en la presentación de Movistar Team
Cian Uijtdebroeks, estrella en la presentación de Movistar Team

La primavera de Movistar

Movistar rara vez ha sido una apisonadora de clásicas, y este año no cambió esa reputación. En el pavé, Iván García Cortina volvió a cargar con la mayor parte de la responsabilidad. Firmó un gran 9º puesto en el Tour de Flandes, un top-10 muy trabajado en uno de los Monumentos más duros, y una de las mejores actuaciones individuales de la primavera del equipo. Más allá de eso, el conjunto sufrió para influir en las carreras más grandes.
En la Milano–Sanremo apenas se dejaron ver en el final, y en París–Roubaix fueron aún más anónimos, sin un maillot de Movistar visible cuando la carrera se rompió sobre el adoquín y sin nada que celebrar al llegar al velódromo.
Si el pavé fue cruel, las Ardenas y otras citas quebradas tampoco ofrecieron consuelo. El equipo suele esperar más de sus escaladores y puncheurs en esos recorridos explosivos, pero 2025 fue, como resumió alguien, “bastante escaso” también en la colina. Amstel Gold, La Flèche Wallonne y Lieja–Bastoña–Lieja pasaron sin presencia seria de Movistar en los movimientos clave. Enric Mas tampoco terminó de arrancar ahí, y más tarde su temporada se cortó por una patología vascular, dejando un gran vacío en el equipo.
En su lugar, los brotes verdes llegaron en carreras algo menores o menos previsibles. Barrenetxea firmó un muy meritorio 3º en Eschborn–Frankfurt, uno de los pocos podios WorldTour de un día de Movistar en 2025. Antes, Javier Romo abrió fuerte con un 4º en la Cadel Evans Great Ocean Road Race, señalando buena forma de inicio de curso.
Aun así, el patrón fue claro: los planes tácticos a menudo se reducían a filtrar a un corredor en la escapada y confiar en que aguantara, porque faltaba profundidad. En el adoquín, Cortina se vio con frecuencia obligado a buscarse la vida en grupos repletos de bloques más potentes en clásicas. En las Ardenas, faltó un rematador con punch para seguir a los mejores en los muros decisivos. Los refuerzos pensados para ayudar no movieron demasiado la aguja, y fue sin duda una primavera discreta para Movistar Team.
Jon Barrenetxea celebra su triunfo en la Vuelta a Andalucía 2025
Jon Barrenetxea le dio a Movistar Team una victoria en la Vuelta a Andalucía

Grandes vueltas

Para Movistar, las grandes vueltas suelen ser el corazón del proyecto. En 2025 fueron más fuente de frustración que de gloria. Entre el Giro d’Italia, el Tour de France y la Vuelta a España, el equipo no ganó ni una sola etapa, un balance inusualmente estéril para una escuadra con tanta historia en tres semanas.
Con Mas apuntando al Tour, el liderato del Giro recayó en Einer Rubio, que cumplió con discreción y solidez. Se colocó 8º en Roma, un top-10 de pleno derecho en una grande y un paso en la dirección correcta para él. Aun así, incluso los analistas benevolentes calificaron su prestación como “bastante impresionante pero anónima”, consistente y respetable, pero sin encender etapas ni amenazar el podio.
El Tour debía ser el gran objetivo de Movistar. Mas había mostrado fiabilidad, con podios en la Volta a Catalunya y la Itzulia y un sólido 7º en el Dauphiné que sugerían que estaba listo para apuntar alto en julio otra vez. En cambio, casi todo lo que podía salir mal, salió mal.
Enric Mas, en pleno esfuerzo en el Tour de Francia 2025 corriendo para Movistar Team.
Enric Mas brilló fugazmente en el Mont Ventoux antes de ser cazado. @Sirotti
Una caída en los primeros días, unida al hallazgo de una tromboflebitis en la pierna izquierda, dejó a Mas muy por debajo de su nivel. Resistió bien entrada la segunda semana, visiblemente lejos de su rendimiento habitual, hasta bajarse en los Alpes. Mas llegó a rodar en solitario en cabeza en la etapa del Mont Ventoux, pero no logró rematar y abandonó en la etapa 18. Perder a su líder de la general de ese modo desfondó los planes del Tour para Movistar.
A partir de ahí, el equipo se lanzó a la caza de etapas, pero el ansiado golpe nunca llegó. Romo y el joven Iván Romeo se metieron en fugas prometedoras en la montaña, solo para desinflarse en los puertos finales o verse superados en los últimos kilómetros. El Tour de France acabó sin victorias de etapa, sin top-10 en la general y con muchas conversaciones de “qué habría pasado si Mas hubiese estado sano”.
La Vuelta ha sido a menudo el lugar donde Movistar salva la temporada, especialmente con Enric Mas. En 2025, sin Mas y sin un relevo claro para su papel en la general, no hubo tabla de salvación.
De nuevo, Orluis Aular fue la fuente más fiable de esperanza. Encadenó varios top-5 y top-10, incluido un doloroso segundo puesto en la etapa 15 por detrás de Mads Pedersen. En las jornadas de montaña, jóvenes como Pablo Castrillo y Romo lo intentaron desde la fuga, sobre todo en las etapas de alta montaña, pero siempre apareció alguien más fuerte o mejor colocado. Sin Mas como ancla de la general, su mejor hombre en la clasificación acabó fuera del top-10, muy lejos del estándar de podio al que el equipo se había acostumbrado en su carrera de casa. En conjunto, la campaña de Grandes Vueltas quedó a años luz de los años pico de Movistar.

Mercado Ciclista

Con todo esto, no sorprende que Movistar esté moviendo el árbol. El fichaje estrella es la llegada de Cian Uijtdebroeks, el prodigio belga de la escalada de 22 años. Está considerado uno de los mejores proyectos de Grandes Vueltas de su generación, y traerlo desde Visma es toda una declaración de intenciones. Por primera vez en tiempo, Movistar afrontará las grandes con dos líderes de la general de pleno derecho sobre el papel: Mas y Uijtdebroeks.
También han incorporado a Roger Adrià, un escalador puncheur capaz de brillar en vueltas de una semana y clásicas quebradas, a Juanpe López como otro sólido gregario de montaña con margen de crecimiento, y se suma asimismo Raúl García Pierna.
Cian Uijtdebroeks, en pleno esfuerzo en la Itzulia 2025 corriendo para Visma
¿Puede Cian Uijtdebroeks devolver la chispa al bloque de Grandes Vueltas de Movistar?@Sirotti
Para hacer hueco, ha habido una limpia considerable. Corredores como Gregor Mühlberger, Will Barta, Mathias Norsgaard y varios veteranos, entre ellos Fernando Gaviria y Davide Cimolai, hacen las maletas. El riesgo es perder una capa de oficio y fondo de armario; la esperanza, que los recién llegados, más hambrientos, compensen con creces.
Pero si Uijtdebroeks cumple su potencial, puede ser uno de los mejores fichajes que el equipo haya asegurado jamás.

Veredicto final: 4/10

Sumando todo, 2025 quedó claramente por debajo de los estándares de Movistar. Sí, hubo destellos, pero en las carreras grandes rara vez impusieron su ley. Sin victorias de etapa en Grandes Vueltas, sin podios en la general, sin trofeos de clásicas importantes: la factura es clara.
Fue una temporada dura, pero no perdida. Con Uijtdebroeks y otros refuerzos en camino, Movistar se ha dado la opción de resetear. Ahora toca convertir ese potencial en resultados, o las dificultades de 2025 podrían parecer menos un bache y más una tendencia.

Debate

Juan Larra (Ciclismoaldia)
Temporada pobre de Movistar Team en cuanto a resultados. Eso es indiscutible. Llegaban con la tranquilidad de encontrarse en último año de trienio con el trabajo hecho en cuestión de puntos UCI para permanecer otros 3 años en el WorldTour y eso ha hecho que nada fuera dramático. En general se vieron síntomas positivos en la manera de correr en las grandes vueltas con un equipo coral que intentó, sin fortuna, conseguir victorias. En general muy bien Orluis Aular metiéndose en los esprints (será importante en 2026 en grandes vueltas para puntuar) u hombres como Javi Romo, Jon Barrenetxea o Iván Romeo con triunfos importantes al inicio. Luego, poco más.
La lesión de Enric Mas no empaña que del Tour ya se había quedado sin opciones de general (de ahí que no vaya a ir en 2026) y rozar triunfos en Giro, Tour o Vuelta no salva que no ganaran en ninguna de las 3. Eso sí, pensando en la posible evolución de los ciclistas ya nombrados junto a los ilusionantes fichajes unidos a una estrategia más agresiva debería hacer creer en un mejor 2026.
Fin Major (CyclingUpToDate)
Mirando la temporada 2025 de Movistar, no puedo fingir que haya sido otra cosa que decepcionante. Para un equipo con su historia, quedarse sin victorias en las tres Grandes Vueltas y apenas influir en las grandes carreras supo a poco. Ni siquiera los buenos momentos ocultaron lo a menudo que se quedaron cortos. Pero hay algo que de verdad me da esperanza: el fichaje de Cian Uijtdebroeks. Es un golpe de efecto, un corredor que puede cambiar la trayectoria del equipo. Si evoluciona como se espera y evita las extrañas lesiones de los últimos 18 meses, Movistar podría recuperar la chispa que le ha faltado.
Rúben Silva (CyclingUpToDate)
No hay demasiado que destacar de Movistar, ¿verdad? Enric Mas empezó fuerte el año, los podios en Catalunya e Itzulia no se pueden ignorar, pero su segunda mitad fue un desastre por motivos de salud. No compitió en el Tour a su verdadero nivel y luego una lesión terminó su temporada; no corrió la Vuelta ni las clásicas italianas, donde suele rendir mejor, dejando al equipo sin su referente durante buena parte del año. En su ausencia, varios corredores dieron un paso adelante, pero para un equipo WorldTour, apenas alcanzó para ir tirando.
La historia de Movistar se parece a la de otros en el WorldTour, como INEOS pero a menor escala. El presupuesto y la calidad se mantienen, pero muchos equipos han subido un peldaño. Javier Romo e Iván Romeo rindieron muy bien y dejaron actuaciones de nivel, pero había un límite a cuánto podían hacer para salvar la temporada del equipo. Einer Rubio mostró un gran nivel en el Giro y el Tour, pero aplica lo mismo. Pablo Castrillo hizo pareja con Romeo casi todo el año y, sinceramente, es un núcleo de corredores españoles que ha asumido la responsabilidad de las mejores actuaciones del equipo, lo que deja un poso de optimismo.
Orluis Aular también estuvo a buen nivel, pero de nuevo, insuficiente para acercar al equipo a la élite. Fernando Gaviria estuvo completamente desaparecido, entrando en cabeza unos 200 metros antes de lo debido en casi todos los sprints que disputó; Jefferson Alveiro Cepeda no refrendó su brillante 2024 tras llegar desde Caja Rural; Rubén Guerreiro y Pelayo Sánchez; Nairo Quintana no respondió a las expectativas y la reputación del equipo no sale bien parada teniendo en cuenta que él y Michel Hessmann fueron fichados tras sus sanciones por dopaje.
El equipo, sin embargo, puede mirar al futuro con cierto optimismo, con la salida de Gaviria liberando presupuesto que se está usando bien: el fichaje de Cian Uijtdebroeks es un movimiento de poder y el potencial es alto. Roger Adrià puede convertirse en un nuevo líder interno, Raúl García Pierna llegó tras mostrar su mejor nivel en la Vuelta, Pavel Novak es un sub-23 con calidad real y Juan Pedro López puede aportar en popularidad y exposición, pero si encadena un buen año también en rendimiento.
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