Análisis temporada 2025 | Lidl-Trek: Dominio de Mads Pedersen; verde del Tour para Milan, Skjelmose venciendo a Pogacar...

Ciclismo
lunes, 08 diciembre 2025 en 12:00
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La temporada 2025 fue una declaración de intenciones para el equipo masculino de ruta Lidl–Trek. En adoquines, colinas y alta montaña, estuvieron en todos los puntos calientes, ganando en grande y apenas desapareciendo de la cabeza.
Desde la arrasadora primavera de Mads Pedersen hasta un histórico pleno de maillots por puntos en las Grandes Vueltas, funcionaron como un bloque que por fin se cree a la altura de las superpotencias del pelotón. Este repaso analiza cómo Lidl–Trek construyó una de las campañas más destacadas del año. Además, han fichado a Juan Ayuso.
Lidl–Trek es un equipo WorldTour con licencia estadounidense respaldado por el gigante de la alimentación Lidl. Durante años, su identidad giró en torno a la potencia bruta y la punta de velocidad de Mads Pedersen, el campeón del mundo 2019 cuyo motor lo hace peligroso desde los abanicos hasta los muros adoquinados. A su alrededor, la plantilla se ha reforzado con criterio hasta convertirse en una escuadra realmente equilibrada. En 2025, este equipo demostró de verdad que es mucho más que el equipo de Pedersen.
El escalador italiano Giulio Ciccone aporta pedigrí de victorias de etapa en Grandes Vueltas y un final explosivo en subida, sobre todo en ascensiones cortas y clásicas de un día. Mattias Skjelmose, un todoterreno danés en ascenso, dobla como líder para vueltas de una semana y clasicómano, y firmó uno de los triunfos más sorprendentes de 2025. El clasicómano Jasper Stuyven suma años de experiencia en el pavé, mientras que Jonathan Milan, el fornido sprinter italiano, ha florecido como velocista de Grandes Vueltas desde su llegada.
En resultados, 2025 fue de las mejores temporadas de la historia del equipo. Lidl–Trek acumuló 46 victorias, superando incluso su ya notable botín del año anterior. Eso se tradujo en el tercer puesto del ranking UCI por equipos, solo por detrás de UAE y Visma, y por delante de gigantes históricos del deporte. Habían sido cuartos el año previo, así que subir al “podio” anual como equipo confirmó una tendencia al alza real, no una racha aislada.
La estadística más llamativa, no obstante, fue su pleno de maillots por puntos en las Grandes Vueltas. Lidl–Trek lo hizo con estilo: Mads Pedersen ganó la clasificación por puntos en el Giro d’Italia y la Vuelta a España, mientras que Jonathan Milan se llevó el verde en el Tour de France. Ese triplete de maillots, más nueve triunfos de etapa en Grandes, resumió su año a la perfección: consistentes, afilados y competitivos sin tregua en los mayores escenarios del ciclismo.

Balance de primavera

La primavera fue donde Lidl–Trek se anunció como superequipo en ciernes. Liderados por un Pedersen feroz, convirtieron las clásicas adoquinadas en una secuencia inagotable de momentos estelares.
En Gent–Wevelgem, Pedersen firmó una de las exhibiciones del año. Lanzó un ataque lejano, se mantuvo al frente sobre los últimos muros y en los abanicos, y llegó en solitario para su tercera victoria en la prueba. Ganar Gent–Wevelgem una vez define carreras; hacerlo tres veces, y con esa audacia, roza lo surrealista.
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¿En qué lugar de tus momentos de 2025 sitúas la victoria de Skjelmose en la Amstel Gold Race? @Sirotti
El impulso se trasladó directo al Tour of Flanders. En los duros muros empedrados de De Ronde, Lidl–Trek ejecutó casi a la perfección. Pedersen fue el mejor del resto tras Pogacar, midiéndose de tú a tú con Van der Poel y Van Aert hasta Oudenaarde. Acabó esprintando a la segunda plaza tras Pogacar, mientras Stuyven, después de vaciarse por el equipo durante todo el día, todavía logró ser quinto.
Pedersen también fue segundo en E3 y séptimo en Milano–Sanremo, manteniendo al equipo en el centro de cada gran historia. Pero el clímax llegó en Paris–Roubaix. En el “Infierno del Norte”, Pedersen estaba donde debía cuando la carrera explotó, en un grupo cabecero con Van der Poel y Pogacar, hasta sufrir un pinchazo cruel a unos 70 km de meta. Fue el ejemplo perfecto de la dualidad de Roubaix, “la bella y la bestia”.
Aun así, logró volver a la pelea y, pese al contratiempo, rescató un tercer puesto en el velódromo por delante de Van Aert. Como dijo después: “Tuve mala suerte al pinchar cuando lo hice, pero me recompuse y cacé un podio. Tengo que estar satisfecho con eso.” Muchos resumieron su primavera diciendo que fue “el mejor del resto” tras las dos estrellas generacionales, Pogacar y Van der Poel.
Las Ardenas continuaron la racha, esta vez con la nueva guardia al mando. . Para un joven, burlar y rematar a esos nombres en Amstel es un resultado que puede redefinir una carrera. Quizá fue la gran sorpresa de 2025.
Una semana después, Giulio Ciccone subió al podio en Liège–Bastogne–Liège, su primer podio en un Monumento y un gran paso en su evolución como amenaza en carreras de un día. Más tarde en el año subrayó esa versatilidad con un triunfo en la Clásica de San Sebastián.
A finales de abril, el balance primaveral de Lidl–Trek imponía: victorias en Gent–Wevelgem y Amstel, segundo en Flandes y Lieja, tercero en Roubaix y un surtido de top-10. Si hubo un pero, fue que el Monumento se escapó por poco. Pero en influencia, consistencia y profundidad, estuvieron a la altura de los mejores.

Grandes Vueltas

Si la primavera confirmó a Lidl – Trek como realeza de las clásicas, las Grandes Vueltas demostraron que eran mucho más que eso. En Italia, Francia y España, convirtieron sprints, contrarrelojes y fugas en un carrete de mejores momentos a lo largo de la temporada.
El Giro fue el patio de juegos de Mads Pedersen. Ganó cuatro etapas, dominó las llegadas masivas y se enfundó la maglia ciclamino en Roma. Desde el primer fin de semana dejó claras sus intenciones: victoria en la etapa 1 en un cara a cara con Van Aert y breve liderato con la maglia rosa, un momento que describió como “la guinda del pastel” de ese primer triunfo. En los días siguientes, fue encadenando sprints y finales explosivos con una regularidad implacable.
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Pedersen fue la gran estrella del Giro d'Italia 2025. @Sirotti
Detrás de él, el resto del equipo fue igual de efectivo. La alineación del Giro fue calificada internamente como “una de las mejores actuaciones en la historia del equipo”, y desde fuera era fácil entender por qué. Daan Hoole sorprendió a los especialistas ganando una larga contrarreloj individual, mientras Carlos Verona se adjudicó una emotiva etapa de montaña tras marcharse en solitario en los Alpes altos.
También hubo contratiempos. Søren Kragh Andersen se fracturó la muñeca al inicio, privando a Pedersen de un lanzador clave, y la caída de Ciccone acabó con cualquier opción realista de un top en la general. Pero la respuesta del equipo dijo mucho sobre su cultura. Atacaron más, no menos, y convirtieron la adversidad en más victorias. En Milán acumulaban seis triunfos de etapa, el maillot de puntos y la reputación de ser, probablemente, “los más fuertes de la carrera” en potencia para cazar etapas. Como dijo Pedersen: “Queríamos endurecer la carrera y lo hicimos… Ganar y además con un maillot lo hace aún más especial.”
En el Tour de France, el foco pasó de Pedersen a Jonathan Milan, que de hecho dejó al danés fuera del ocho de julio. Con galones para los sprints, respondió con una exhibición autoritaria. Milan logró dos etapas y el maillot verde por puntos, entrando de inmediato en la primera línea de velocistas de Grandes Vueltas junto a Merlier, Philipsen y Girmay.
Su primera victoria llegó en la semana inicial, un sprint limpio y poderoso en el que simplemente se fue del resto en la etapa 8. La segunda, en la etapa 17, fue aún más llamativa: un final caótico y mojado que navegó con una compostura y potencia notables.
Además de las hazañas de Milan, corredores como Quinn Simmons dieron al equipo presencia constante en las fugas, pasando largas horas por delante para mantener a Lidl–Trek a la ofensiva. Skjelmose, en pleno aprendizaje sobre lo que implica liderar la general en el Tour, rondó el top-15 antes de abandonar en la etapa 14, uno de los pocos lunares del equipo en la carrera.
Incluso sin resultado en la general, el Tour fue un éxito rotundo: dos etapas, el maillot verde y una declaración clara de que Milan es un velocista sobre el que construir durante años. Verle de verde en los Campos Elíseos, arropado por compañeros entregados al plan, se sintió como otro punto de inflexión para el equipo.
En la Vuelta, a Lidl – Trek se le podía perdonar llegar con el depósito vacío. En cambio, apretaron una vez más. Pedersen volvió como líder, con objetivo de etapas y de la clasificación por puntos. Al principio se topó por centímetros con llegadas más rápidas, pero la insistencia pagó en la tercera semana. En una jornada quebrada con sprint de grupo reducido, se metió en la fuga, corrió con cabeza y remató.
Añadió más puestos de honor en la semana final para asegurar la clasificación por puntos, completando su doblete Giro–Vuelta y rematando el pleno del equipo en las tres Grandes Vueltas. No hubo apuesta por la general en España, pero nunca fue el plan. La misión era un maillot y una etapa, y se llevaron ambos.
Entre las tres Grandes Vueltas, Lidl – Trek sumó nueve victorias de etapa y tres maillots por puntos. En un ciclismo obsesionado con el amarillo y el rosa, esa constancia en sprints y caza de etapas es otro camino, igual de válido, para ser uno de los equipos del año.

Fichajes

De cara al futuro, Lidl– Trek no se ha conformado con disfrutar del éxito; ha movido ficha para ampliarlo. La incorporación estelar es Juan Ayuso, el prodigio español y ya podio en Grandes Vueltas, que ha salido de UAE Team Emirates – XRG de forma rocambolesca. Su llegada eleva al instante el potencial de la general y les da un líder real a largo plazo para las carreras de tres semanas. Emparejar a Ayuso con Skjelmose y Ciccone ofrece múltiples cartas en las vueltas por etapas.
También han reforzado el motor, con corredores como Max Walscheid para potenciar el tren de sprint y Mattia Sobrero para contrarreloj y apoyo en montaña. Desde dentro, mantienen su hábito de promocionar talento, subiendo a jóvenes promesas de la cantera.
También hay bajas. La marcha de Jasper Stuyven, tras innumerables años en la casa, supone un golpe emocional, y la salida de capitanes de ruta y gregarios veteranos exigirá que otros asuman galones. Pero el núcleo permanece: Pedersen, Milan, Ciccone, Skjelmose y ahora Ayuso conforman una de las espinas dorsales más equilibradas y peligrosas del pelotón.

Veredicto final: 9/10

A lo largo de todo el calendario, la temporada 2025 de Lidl – Trek merece un sólido 9 sobre 10. Fueron un factor constante en las grandes citas, protagonizaron algunas de las actuaciones del año e hicieron historia al barrer los maillots por puntos de las Grandes Vueltas. Solo faltaron un Monumento y un podio en una grande, esos premios supremos tan difíciles de arrebatar a los dos o tres superequipos de hoy.
No se limitaron a sumar resultados en silencio; moldearon las carreras y obligaron a los demás a reaccionar. Con la plantilla que están armando y la confianza ganada en 2025, da la sensación de que realmente están listos para llevar este equipo a la cima del deporte en los próximos años.

Discusión

Fin Major (CyclingUpToDate)
Sinceramente creo que Lidl–Trek es el equipo mejor posicionado para desafiar a UAE y Visma en los próximos años. Lo que más me impresionó no fueron solo las victorias, sino la variedad de formas en que ganaron. Pedersen arrasando en la primavera, Milan dominando los sprints en el Tour, Ciccone y Skjelmose dando un paso al frente en las Ardenas, y luego la consistencia en las tres Grandes… se sintió como un equipo subiendo un peldaño. La victoria de Skjelmose sobre Pogacar y Evenepoel fue uno de mis momentos del año.
Tienen profundidad, identidad y ahora un verdadero arma para la general con Ayuso. Esa combinación es rara. Aunque UAE y Visma siguen marcando el listón, Lidl–Trek parece la única escuadra con el equilibrio y la ambición para presionarles de verdad. Para mí, 2025 no fue solo una gran temporada, fue la temporada que me convenció de que Lidl–Trek está listo para entrar en la élite y medirse cara a cara con las superpotencias del pelotón. Mi única duda es cómo impactará Ayuso en la química del equipo.
Rúben Silva (CyclingUpToDate)
Si algún equipo merece ese 10/10 además de UAE, es Lidl–Trek. Presupuesto reforzado, sí, pero en realidad sus resultados no son producto del dinero, sino de tener a sus corredores bien preparados y muy motivados todo el año. Es palpable: varios ciclistas han rendido por encima de lo esperado y hubo pocas decepciones, con líderes como Mads Pedersen y Jonathan Milan destacando entre los mejores del mundo en sus terrenos. Ganar la clasificación por puntos en las tres Grandes en una misma temporada, primer equipo de la historia en lograrlo… Es significativo, y cuenta.
Ahora, seamos justos y señalemos algunos puntos negativos. Sus escaladores. Juan Pedro López tuvo su majestuoso Giro 2022, y en 2024 ganó el Tour of the Alps. Este año volvió a ser irregular, y desaparecido; Tao Geoghegan Hart comenzó bien en la Volta ao Algarve, pero después no se le vio en el resto del año; el fichaje de Lennard Kämna tampoco ha parecido rentable por ahora, con el alemán ni siquiera seleccionado para una Gran Vuelta este año.
Y Mattias Skjelmose, es la manera en que el equipo está gestionándole. Lo digo como alguien que lee todo lo que dice a los medios y también como alguien que le ha escuchado en persona. Skjelmose es inusualmente abierto con sus pensamientos, pero eso destapa cuestiones. “Aceptó” correr el Tour de France 2025 sin apoyo y se le prometió disputar el Giro 2026 con plena jefatura y respaldo. Con Juan Ayuso, Mads Pedersen y Jonathan Milan todos con galones, ¿tendrá ese estatus la próxima primavera? Seguramente no; lo más probable es que Milan y su lanzadera vuelen a Bulgaria junto a él. Fue claro al decir que no le informaron del fichaje de Juan Ayuso y no parece muy contento con compartir liderazgo. Y su contrato termina en 2026, lo que añade presión y podría llevarle a buscar fuera lo que aquí no obtiene.
Jonathan Milan celebra una victoria con el maillot verde en el Tour de France
Jonathan Milan ganando con el maillot verde en el Tour de France. @Sirotti
No voy a criticar a Giulio Ciccone, pero sus repetidos esfuerzos en Grandes Vueltas volvieron a quedarse sin premio. Creo que hubo buenos motivos para intentarlo, pero al final, mucho enfoque y preparación para ningún beneficio. Ahora, pasemos a lo bueno, que es mucho. Con justicia puedo empezar por Ciccone, que volvió a mostrarse muy fuerte este año, retomando la senda ganadora y con triunfos de nivel (Clásica San Sebastián, etapa inaugural del Tour of the Alps, etapa reina en Burgos); segundo en Liège; sexto en el World Championships… Es una temporada sólida, y si en 2026 se vuelca en vueltas cortas y clásicas, podríamos ver una versión aún mejorada.
Skjelmose tuvo un año irregular, en parte por lo mencionado antes, pero su victoria en la Amstel Gold Race ante Pogacar y Evenepoel es la imagen perfecta del equipo. También fue cuarto en el worlds, sumó varios buenos triunfos a lo largo del año y cumplió cuando se le esperaba, en todas partes menos en el Tour de France.
Jonathan Milan, lo ha vuelto a hacer. Verde en el Tour de France con dos etapas, pero no es un corredor unidimensional: ganó todo el año y acumula 7 victorias WorldTour. Su lanzadera con Simone Consonni, Edward Theuns y Jasper Stuyven es, en mi opinión, la mejor del pelotón. Este último también recuperó su mejor nivel en las clásicas, algo que no conviene pasar por alto, firmando Top 5 en Flanders y E3 pese a ser el segundo hombre tras Mads Pedersen.
¿Y qué decir de Pedersen, “mad Mads”? Ha alcanzado estatus de “alien” con ataques lejanos y una resistencia inagotable. En 2025 vimos al mejor Pedersen, que no ganó monumentos porque enfrente están un Pogacar y un van der Poel en su cénit. Además de su triunfo en Gent–Wevelgem (donde pareció jugar con la competencia), fue podio en Flanders, Roubaix y E3, ganó durante todo el año, arropó a compañeros como Skjelmose en sus ambiciones; se llevó etapas y la clasificación por puntos tanto en el Giro d’Italia como en la Vuelta a España. Su popularidad también creció por su franqueza y cercanía en entrevistas, un soplo de aire fresco en un pelotón cada vez más entrenado mediáticamente.
Quizá no cuenten tanto los resultados, pero lanzadores y clasicómanos como Quinn Simmons, Toms Skujins y Mathias Vacek han corrido de forma impresionante este año; el equipo ha exprimido su mejor versión. Los tres fueron campeones nacionales, Simmons hizo Top 5 en Lombardia y Quebec y ganó en Suisse/Catalunya; Skujins fue Top 5 en Worlds/Europeans, mientras que el trabajo de Vacek como gregario para Pedersen en el Giro valió por varias victorias en sí mismo…
Creo de verdad que el equipo puede sacar la mejor versión de Juan Ayuso, que llega, mientras que otro fichaje como Jakob Söderqvist (ya muy convincente tanto con el equipo élite como con el sub-23 este año) promete elevar aún más el nivel de la escuadra.
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