ANÁLISIS | Las razones de la sequía de Wout van Aert en los monumentos

En la actualidad, pocos ciclistas, por no decir ninguno, son tan completos como Wout van Aert. El corredor belga es fundamental para Visma - Lease a Bike. Por esa razón, el equipo neerlandés ha decidido renovarle esta temporada baja con un histórico contrato vitalicio.

Puede hacer de todo. Van Aert ha destacado en ciclocross, contrarreloj, esprints y montaña. Sin embargo, a pesar de su extraordinario talento y de su brillante palmarés en el Tour de Francia, el belga de 30 años sólo ha ganado un monumento: la Milán-San Remo en 2020. En comparación con su archirrival Mathieu van der Poel, que ha ganado 6 monumentos, no es un gran palmarés para alguien de su talento.

Entonces, ¿por qué Van Aert no ha ganado más monumentos? ¿Es simplemente mala suerte, o la presencia de rivales como Mathieu van der Poel y Tadej Pogacar? Junto con los compañeros de CyclingUpToDate analizamos las posibles razones de la sequía del corredor en estas carreras.

La única victoria de Van Aert en un monumento se produjo en la edición de 2020 de la Milán-San Remo, una carrera que probablemente se adapta mejor a sus atributos. El momento decisivo llegó en el Poggio, donde Van Aert siguió el ataque del campeón del mundo Julian Alaphilippe, los dos corredores descendieron juntos hasta la línea de meta, donde Van Aert superó al francés en un esprint. En ese momento, Van Aert estaba entrando en la plenitud de su carrera, y muchos pensaron que la victoria sería la primera de muchas.

Sin embargo, su éxito en otras carreras de un día no se ha traducido en más victorias en monumentos. Ha estado cerca en varias ocasiones, segundo en el Tour de Flandes en 2020 y 2022, tercero en la París-Roubaix en 2022, y varias veces entre los cinco primeros en la Lieja-Bastoña-Lieja y otras clásicas. Fuera de los monumentos, Van Aert ha ganado carreras de un día más pequeñas como la Strade Bianche, Amstel Gold Race y Gante-Wevelgem.

Estos resultados son impresionantes, y a alguien como Mads Pedersen le encantaría ganar aunque sólo fuera un monumento. Pero llama la atención que Van Aert no haya ganado más de las clásicas más destacadas del calendario, sobre todo si tenemos en cuenta algunas de sus increíbles actuaciones en el Tour de Francia. ¿Se trata simplemente de mala suerte?

La mala suerte ha tenido mucho que ver en los monumentos de Van Aert. Problemas mecánicos, caídas inoportunas y lesiones han mermado sus posibilidades en carreras clave. Por ejemplo, en la París-Roubaix de 2023, un pinchazo en un momento crucial acabó con sus esperanzas de podio.

Además, no cabe duda de que Van Aert compite en una época de corredores excepcionales de un día. Mathieu van der Poel, Tadej Pogacar, Remco Evenepoel y Julian Alaphilippe han ofrecido actuaciones impresionantes en los Monumentos, a menudo a costa de Van Aert. El dominio de Pogacar en las subidas largas le ha hecho casi imbatible en la Lieja-Bastoña-Lieja, mientras que el dominio de Van der Poel de los adoquines le ha llevado a ganar carreras como el Tour de Flandes y la París-Roubaix en múltiples ocasiones.

Esto plantea la pregunta: ¿es sólo la desgracia de competir contra rivales extraordinarios, o hay algo más profundo que impide a Van Aert convertir su talento en más victorias en monumentos? En cuanto a Mathieu van der Poel, veámoslo más de cerca.

Wout van Aert y Mathieu van der Poel son dos de los rivales más fuertes del ciclismo moderno, y a menudo se les conoce por tener estilos y talentos similares. Pero, en realidad, hay una diferencia crucial en sus carreras hasta ahora. Uno ha sido el rey de los monumentos, mientras que el otro ha iluminado los escenarios de las grandes vueltas.

Van der Poel se ha consolidado como especialista en monumentos, con seis victorias: tres en el Tour de Flandes (2020, 2022, 2024), dos en la París-Roubaix (2023, 2024) y una en la Milán-San Remo (2023). En cambio, Van Aert ha brillado en el Tour de Francia, donde ha ganado 9 etapas, frente a van der Poel que sólo ha ganado 1 en 2021.

La habilidad de Van Aert en todos los terrenos le ha convertido en un corredor destacado del Tour. Sus nueve victorias de etapa a lo largo de los años han incluido esprints, contrarrelojes e incluso etapas montañosas como su victoria en el Mont Ventoux. ¿Cuándo fue la última vez que un corredor fue capaz de ganar el maillot verde y también ganar en una de las subidas más infames del Tour?

Por el contrario, la singular victoria de etapa de Van der Poel en el Tour de Francia se debe en gran medida a su papel en ayudar a su compañero de equipo Jasper Philipsen a conseguir victorias al esprint. Esta dinámica pone de relieve un interesante equilibrio: Van der Poel sacrifica su éxito personal en el Tour en beneficio de su equipo, mientras que la libertad de Van Aert dentro del Visma - Lease a Bike le permite perseguir la gloria personal. Pero eso no es del todo cierto, ya que Van Aert ha desempeñado a menudo un papel crucial en el apoyo a Jonas Vingegaard en la alta montaña.

A pesar de estas diferencias, el contraste entre sus actuaciones en los monumentos sigue siendo marcado. Van der Poel no ha dejado de rendir en las carreras de un día más importantes, mientras que el palmarés de Van Aert en estas pruebas sigue siendo sorprendentemente limitado en comparación con su talento.

El éxito de Van Aert en el Tour de Francia puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, sus habilidades polifacéticas le convierten en una amenaza en cualquier etapa, ya sea un sprint llano, una escapada montañosa o una contrarreloj. Su inteligencia táctica y su instinto para la carrera le permiten posicionarse perfectamente, mientras que su potencia bruta le permite superar a sus rivales o quitárselos de encima en los últimos kilómetros.

La naturaleza del Tour como carrera de varias etapas favorece la consistencia de Van Aert. En los monumentos, un mal día puede acabar con tus posibilidades, pero en el Tour, Van Aert tiene múltiples oportunidades para brillar. Esta diferencia de formato puede explicar por qué prospera en el Tour mientras lucha por añadir más monumentos a su nombre, pero sigue sin responder realmente a la pregunta de por qué a menudo se queda corto.

La pregunta sigue siendo: ¿podrá Wout van Aert superar estos retos y añadir más monumentos a su palmarés? No cabe duda de que tiene el talento y los atributos físicos, pero ya tiene 30 años y su versatilidad no durará para siempre.

Los factores mentales también podrían influir. La presión de ser la mayor estrella del ciclismo belga puede pesar mucho sobre Van Aert, sobre todo en las carreras más apreciadas del país, como el Tour de Flandes y la Lieja-Bastoña-Lieja. Los medios de comunicación belgas se centran especialmente en las actuaciones de sus ciclistas, y Van Aert debe estar desesperado por volver a entregarles un monumento.

Aclaremos una cosa. Wout van Aert es uno de los mejores corredores de su generación. No hay absolutamente ninguna razón por la que no pueda ganar más monumentos, y es cómodamente el rival más cercano a Van der Poel en las clásicas. Sí, ha pasado mucho tiempo desde que vimos a Wout proclamarse monumento, pero otra victoria podría estar a la vuelta de la esquina. El año pasado, Van der Poel se adjudicó el Tour de Flandes y la París-Roubaix en semanas consecutivas, pero Van Aert estuvo de baja por lesión. Si está sano y en forma la próxima primavera, podría dar la vuelta a la tortilla y ganar otros dos monumentos consecutivos.