En los
Juegos Olímpicos 2024, la participación del ciclismo de carretera llegó a su final con las pruebas masculina y femenina en ruta. Por este motivo, es tiempo ahora de la reflexión y el
análisis, en nuestro caso de la actuación de los equipos españoles, con resultados muy dispares y con mucho que mejorar de cara al futuro.
La competición de
Alex Aranburu,
Oier Lazkano y
Juan Ayuso en el equipo español masculino dista mucho de lo que consiguió el equipo femenino de
Mavi García y Mireia Benito, sobre todo por parte de la primera. El trío de corredores, aunque no era ni mucho menos favorito a las medallas, se ganó las críticas de la afición de España que esperaba que, al menos, intentasen pelear por la victoria.
La realidad es que, en una carrera masculina donde las posibilidades de medalla eran muchísimo más altas que en la femenina, el combinado nacional español se quedó bastante más lejos de un resultado, no ya dentro del podio, sino al menos destacado. Comienzo el análisis de las actuaciones españolas en los
Juegos Olímpicos.
Un paseo vergonzoso por las carreteras parisinas
En una prueba que ya se venía avisando que iba a estar muy abierta a las posibilidades de todos los corredores,
Valentin Madouas y Christophe Laporte fueron los que mejor entendieron esto, llevándose las medallas de plata y bronce por detrás del histórico oro de Remco Evenepoel. Pero ni Aranburu, ni Lazkano, ni Ayuso estuvieron a la altura.
En una carrera de 270 kilómetros de distancia y más de 6 horas de duración, si me hubiesen dicho que ninguno de los 3 tomó la salida me lo habría creído. La imagen ofrecida fue muy preocupante. Cuando la carrera se activó, en ninguno de los cortes aparecía alguno de los españoles. No hubo ningún momento que permitiese a los espectadores que soñaban con una medalla empezar a creer en la posibilidad de lograrlo, porque ni siquiera se intentó.
Y no es ni mucho menos un problema de nivel de ellos. El problema es que, sobre todo Oier Lazkano y Alex Aranburu, venían de estar entre los corredores más combativos del Tour de Francia, en especial el primero, que fue el 3º que más tiempo pasó en cabeza de carrera durante la Grande Boucle. Ninguno de los dos pudo estar entre los grupos de ataque. Salta a la vista que el problema viene de dentro, de planificación y estrategia, porque el nivel estaba ahí.
Lo único que se puede mencionar como "destacable" fue un intentó de ataque muy tímido por parte de Juan Ayuso a 20 km de meta desde un pelotón que ya había perdido las opciones por el oro y la plata, y con el bronce muy lejano, que además fue neutralizado prácticamente de inmediato. Como resultado, el trío de corredores simplemente estuvo en la carrera, pero nada más, y terminaron en 18ª (Alex Aranburu), 22ª (Juan Ayuso) y 35ª posición (Oier Lazkano).
Mavi García devuelve el honor a España
Por si no quedaron ya suficientemente señalados tras su pobre actuación, llegó una carrera en ruta femenina donde Mavi García, a sus 40 años, conseguía un espectacular 6º puesto que le daba un diploma olímpico muy meritorio. La española no es que sólo estuviese muy activa durante toda la carrera, es que estuvo metida de lleno en la pelea por las medallas en una prueba que era mucho más cerrada que la masculina en lo que se refería a favoritas a la victoria.
Con estrellas de la talla de Marianne Vos, Lotte Kopecky, Lorena Wiebes, Elisa Longo Borghini o Blanka Kata Vas, además de la medalla, el propio diploma olímpico parecía muy difícil. Pero en sus últimos Juegos Olímpicos, con innumerables movimientos y ataques al frente del pelotón, García enorgulleció a todos los españoles con ese 6º puesto que quedará en el recuerdo de los aficionados al ciclismo.
Recapitulo para terminar: con 40 años, Mavi García consiguió un resultado muchísimo, pero muchísimo mejor, en una carrera más cerrada y con menos oportunidades para las outsiders, que el que lograron Oier Lazkano, Alex Aranburu y Juan Ayuso, con los dos primeros viniendo de responder muy bien en el Tour de Francia, en una prueba más larga y con más oportunidades para rascar al menos ese Top 6 que García consiguió. Porque, siendo realista, tampoco era obligatorio ni mucho menos entrar en el podio, pero el hecho de ni siquiera intentarlo es lo que preocupa.