Paul Magnier iba a debutar este fin de semana en la Milán-San Remo 2025 y era uno de los outsiders con opciones de triunfo.
Se habría enfrentado a Tadej Pogacar, Mathieu van der Poel y a un nutrido grupo de rivales. Sin embargo, el corredor del Soudal Quick-Step se ha visto obligado a retirarse como consecuencia de dos caídas en la última etapa de Tirreno Adriático la semana pasada.
El francés de 20 años ha sido una de las grandes revelaciones del inicio de temporada, con sus segundos puestos en Omloop Het Nieuwsblad y Le Samyn, demostrando que ya es capaz de competir al más alto nivel en las clásicas. Su rápido ascenso le permitió liderar el Soudal Quick-Step en La Primavera, una importante señal de fe en su talento por parte del equipo belga.
Con Magnier descartado, el Soudal Quick-Step tendrá que replantearse su estrategia para el sábado, ya que se esperaba que la joven estrella fuera una figura clave en su planteamiento de la Milán-San Remo. Dada la naturaleza impredecible de la carrera, su ausencia afectará sin duda a sus tácticas, pero el equipo no está dispuesto a correr riesgos innecesarios con su recuperación.
Según Het Nieuwsblad, su próxima carrera programada, Gante-Wevelgem el 30 de marzo, no se ve afectada, y el equipo confía en que tendrá tiempo suficiente para recuperarse antes de volver a la competición. Aunque perderse la Milán-San Remo es un contratiempo, Magnier ya ha demostrado esta temporada ser lo suficientemente prometedor como para sugerir que será una fuerza importante en las clásicas de primavera en los próximos años.