Adam Hansen ha tenido una presencia destacada en las redes sociales desde que se convirtió en el nuevo jefe del sindicato de ciclistas CPA. Esta semana ha investigado y hablado sobre un incidente en el que un ciclista fue atropellado por un coche de equipo en el
Tro-Bro Léon.
El ex corredor australiano, elegido en marzo sucesor de Gianni Bugno en la presidencia de la CPA, publicó el martes una serie de pantallazos de comunicaciones con corredores y comisarios de la UCI.
No especificó el ciclista, la carrera o la unidad en cuestión, pero al parecer se trata de
Lawrence Naesen, del AG2R Citroën, quien afirmó que fue golpeado por un coche del Groupama-FDJ en el Tro Bro Leon del domingo, nombrando al director deportivo Frederic Guesdon como culpable.
Hansen pidió que se tomaran medidas, explicando que entendía que el corredor había sido golpeado a 40 km de la meta y que había tenido suerte de no caer debajo del coche. La respuesta no parece haber sido bien recibida, y Hansen sugiere que el asunto fue "barrido como si fuera parte de las carreras, y ha sido así desde siempre".
La CPA ha sido muy criticada en los últimos años por los problemas de seguridad de los corredores, algunos de los cuales se han unido a un sindicato disidente. Hansen parece querer aportar transparencia y proactividad a la organización.
Entre las ideas que suscitan apoyo se encuentran el aumento a 5 km de la red de seguridad de los 3 km (donde se neutralizan los tiempos de la general en caso de caídas o averías mecánicas), junto con un sistema de tarjetas amarillas y rojas para castigar las conductas peligrosas, en el que la tarjeta roja supondría la prohibición de participar en la siguiente carrera WorldTour.