Laurens Sweeck consiguió un segundo puesto en el Campeonato de Bélgica de ciclocross, pero le dejó un mal sabor de boca. El líder de la Copa del Mundo se sintió en desventaja tras una serie de maniobras en el pit lane de
Michael Vanthourenhout y su equipo de boxes.
"Estoy decepcionado. No ha sido del todo deportivo. Estábamos igualados y Michael se merece el título en ese sentido, pero no sé por qué hicieron eso", dijo Sweeck en una entrevista posterior a la carrera. Y prosiguió: "Eliges un box para la carrera y te quedas ahí toda la carrera. Hice una buena elección táctica al situarme al principio de la zona de transición. Los demás también lo vieron en la primera vuelta, porque tenía un hueco. En la segunda vuelta, los rivales se encuentran de repente en la misma zona, mientras que antes estaban detrás".
Sweeck y Vanthourenhout habían estado cabeza a cabeza durante la mayor parte de la embarrada carrera y entraron en la última vuelta codo con codo. Sin embargo, un enredo entre la moto de Sweeck y la moto cambiada de Vanthourenhout hizo que Sweeck gritara a los mecánicos responsables del Campeón de Europa. "La bici de Michael se ha quedado atascada en el cambio. No la retiraron lo suficientemente rápido. Para mí no se trata de eso, pero eliges un box antes de la salida", comentó.
Una maniobra que le acabó saliendo cara, ya que no pudo recortar el hueco que se había creado. Sweeck tuvo que conformarse con la segunda posición. "Michael iba primero detrás, en la segunda vuelta de repente estaba delante. No sé cómo pudo ocurrir. El jurado tuvo que devolverle a la parte de atrás", concluyó.