No hay quien pare a
Mathieu van der Poel este invierno. El campeón del mundo de la doble disciplina sigue dominando a sus rivales de ciclocross después de ganar este jueves por la tarde en el
Superprestige de Diegem.
"Ha sido una carrera muy divertida. El público ha estado genial, así que ha sido una buena noche", reflexiona el holandés en su entrevista posterior a la carrera. Al contrario que en las últimas carreras, van der Poel no atacó en la salida, sino que esperó hasta la mitad de la carrera para hacer su movimiento. Según él mismo, todo esto formaba parte del plan maestro.
"Eso es demasiado estricto para los demás, porque hacía bastante viento. Es difícil correr aquí solo, así que fue una decisión consciente esperar y ver", explica, antes de referirse a su brutal ataque en la arena que le alejó de sus rivales. "Ese era el punto más difícil, ahí es donde puedes marcar la diferencia".
"Son días duros, así que me alegro de que hayan sido 55 minutos", concluye van der Poel con una sonrisa. Completaron el podio de Diegem
Tom Pidcock y
Eli Iserbyt.