Los ciclocrossistas son criaturas duras, eso lo sabemos, pero
Joris Nieuwenhuis lo llevó a otro nivel. El corredor del
Baloise - Trek Lions corrió el miércoles el cross Heusden-Zolder con una fisura en un dedo, pero al final se le permitió levantar el dedo en alto en el podio final como número tres en los resultados.
Fue una noche corta para el neerlandés, que estuvo en el hospital hasta medianoche para que le revisaran el dedo índice tras una colisión en Gavere. Al final resultó tener una fisura, pero no se rindió. "Intenté aceptarlo y seguir adelante, de una forma estoica. Puedo vivir con este resultado, porque yo tampoco estaba cómodo con él. Cometí demasiados pequeños errores, así que estoy muy contento con esto".
"Sí me molestó, me dolió. No creo que haya hecho un mal cross, teniendo en cuenta mi dedo. Había muchos agujeros en esa bajada y me dolía mucho, pero mientras me dolieran más las piernas estaba bien. Estaba concentrado, al final me dolían más las piernas que el dedo", ríe.
"Quería defender esa clasificación en el Superprestige, donde creo que ahora soy segundo", explicó Nieuwenhuis su elección de empezar hoy. "Luego hay que seguir adelante. Y siempre pienso que aquí hay un cross muy bonito, en el que siempre disfruto corriendo. Ya he subido al podio aquí con Mathieu van der Poel y Wout van Aert, así que tengo buenos recuerdos".