Gianni Vermeersch, el ciclista belga de 30 años que es compañero de equipo de
Mathieu Van der Poel en el Alpecin-Deceunick, concedió una entrevista a Sporza, en la que habló de los duelos entre su compañero de equipo y
Wout Van Aert y de sus propias ambiciones en el ciclismo de carretera, ciclocross y grava.
"En algunos cruces Mathieu no tuvo suerte en las últimas etapas. Pensemos en Loenhout y Zolder. La preponderancia (de Van Aert, ed) es menor de lo que a veces se piensa. Y Wout siempre va a tope hasta el final", declaró el belga al ser preguntado por la superioridad de su compatriota Van Aert frente a su compañero Van der Poel.
Sin embargo, para la próxima carrera de la Copa del Mundo, Veermersch confía en que Van der Poel dé lo mejor de sí mismo y posiblemente venza a su rival Van Aert.
"Será muy bonito. Hoogerheide siempre es duro, especialmente con las condiciones meteorológicas de las últimas semanas. Y Mathieu corre cerca de casa: motivación no le falta", declaró sobre la carrera de la Copa del Mundo.
Gianni Veermersch corrió pocas carreras de ciclocross debido a la falta de entrenamiento específico, prefiriendo centrarse en la preparación para la temporada de carretera. Aún así, el belga no se siente preocupado por no participar mucho en las carreras de ciclocross y tiene como objetivo el Campeonato de Gravels.
"No estoy preocupado, después de eso espero ir al Tour. Y después de eso puede que haya tiempo para la grava, pero si no corro el Tour, normalmente será la Vuelta. Eso también podría ser una buena preparación para el Campeonato del Mundo de Tierra", dijo.
Gianni Veermersch se convirtió el año pasado en el primer Campeón del Mundo de
Gravel de la historia. El belga hizo historia en Italia al terminar por delante de Daniel Oss y de su compañero de equipo Mathieu Van der Poel. Su objetivo es continuar su lluvia de títulos mundiales y, a pesar de ser el primer campeón, no piensa mucho en ello.
"No pensé en ello en su momento, pero eso entra en los libros de historia, sí. Sin duda, aumentó mi confianza en mí mismo", concluye Veermersch.