La última prueba del
Superprestige de ciclocross tendrá lugar el sábado por la tarde en Ruddervoorde, y
Gerben Kuypers es uno de los hombres que tiene más motivos que nadie para asegurarse el éxito.
"Siempre es divertido correr en tu propio barrio", dice el nativo de Flandes a Sporza antes de la carrera. "Como flamenco occidental, me siento en cierto modo obligado a empezar aquí".
Tras un buen comienzo de temporada, Kuypers ya cuenta con un par de victorias en su haber y está ansioso por sumar otra en su carrera de casa, aunque se enfrentará a una dura competencia de la talla de
Laurens Sweeck,
Eli Iserbyt y
Lars van der Haar, entre otros.
"El recorrido de Ruddervoorde es una mezcla de muchas cosas. Se puede describir como un cross de pradera, pero con muchos giros, subidas y bajadas, un foso de arena, escaleras. Ya no se encuentra un tipo de ciclocross durante toda la temporada como en Ruddervoorde", explica Kuypers. Además, los pastos están completamente drenados. No es comparable a esos antiguos crosses de pradera en los que te hundes profundamente en el barro, como en Ardooie".