Ceylin del Carmen Alvarado consiguió su primera victoria de la temporada en el Superprestige Niel el pasado viernes. Fue un momento especial para ella, ya que era su primer triunfo después de un año y medio de vacío.
La falta de victorias afectó a Alvarado: "Fue el punto más bajo de mi vida. Y no es una exageración", dijo a la AD. La falta de resultados la llevó a la depresión y a tener problemas. "En un momento dado, incluso entré en una especie de depresión. Veía todo de forma negativa, estaba muy malhumorada y me volvía hacia adentro. Los días que me sentaba en casa con mi novio a llorar no se pueden contar con los dedos de las dos manos", compartió Alvarado.
No sólo eso, sino que también se le diagnosticó citomegalovirus la temporada pasada. "Así que no estaba sobreentrenada, pero como seguía entrenando y mi cuerpo no podía soportarlo, acabé provocándolo", explica la holandesa.
"Si miras atrás, aún así corrí bastante bien esa temporada. No gané, pero tenía ganas de sacar el máximo partido. Siempre he estado acostumbrada a ir delante y a competir por la victoria. Ahora tenía que aprender a competir en la clase media. Nunca había tenido que hacerlo en mi carrera. Y tampoco me acostumbraré nunca. Carrera tras carrera me resultaba difícil''.
Sin embargo, ahora que ha recuperado la forma, quiere al menos diez victorias más para compensar el último año. "Sigo queriendo sacar el máximo partido posible. Tener diez maillots colgados en mi armario, haberlo ganado todo, años seguidos. Ese sigue siendo el objetivo", concluye Alvarado.