Se avecina un conflicto en el seno del
Jumbo-Visma. La batalla invisible entre tres corredores del mismo equipo (Jonas Vingegaard,
Sepp Kuss y
Primoz Roglic) por la victoria en la
Vuelta a España está desembocando en una situación de carrera inesperada y de nuevo cuño.
"Hay un conflicto latente entre Vingegaard y Roglic, y Kuss está un poco al margen", argumentó Thijs Zonneveld en el podcast Het Wiel. "Ahora que tienen tres líderes, no es la situación clásica. Si sólo hubiera sido Vingegaard o Roglic con Kuss, podrían haberlo gestionado mucho mejor en Jumbo-Visma. Ahora ambos piensan que si no ganan ellos, debería ganar Kuss. Pero no el otro. Realmente se puede ver en las etapas.
Tanto Vingegaard como Roglic han atacado la carrera en las dos etapas de montaña que ha ofrecido esta semana, y ambos le han sacado tiempo a Kuss. Se trata de una estrategia bastante diferente a la de la etapa 14, en la que tuvieron la oportunidad de atacar, pero todos se mantuvieron conservadores. El espectro de opiniones es amplio, desde que Kuss merece ganar la Vuelta hasta que "gana el más fuerte", pero la situación nunca es tan clara, y con razón, ya que este tipo de escenario de carrera es inaudito en las Grandes Vueltas.
"Si Kuss ha sido descartado, Roglic puede aceptarlo. Pero cuando Vingegaard ataca, Roglic piensa 'no está más arriba que yo en la jerarquía' y va a por él", opina Zonneveld, lo que lleva a una situación caótica en la que las motivaciones de Roglic y Vingegaard no están claras. "Entonces se convierte realmente en una cuestión de ego. Entonces Roglic ataca al propio Angliru y luego Vingegaard a su vez decide no quedarse tampoco con Kuss".
En las entrevistas y las imágenes posteriores a la carrera todo parece amistoso entre el grupo Jumbo-Visma, que está a punto de hacer historia en más de un sentido. Sin embargo, la competición interna, aunque no del todo clara en algunos momentos, parece evidente a estas alturas, con
Jonas Vingegaard a sólo 8 segundos de Sepp Kuss y Primoz Roglic a poco más de un minuto, con otra colosal etapa de montaña que afrontar hoy. Y Zonneveld cree que hay diferentes motivaciones por parte de Vingegaard y Kuss, pero que un posible enfrentamiento entre ellos puede acabar destronando a Kuss del maillot rojo.
"Supongamos que Vingegaard gana la Vuelta y Roglic no pudo atacar durante días, porque tenía que proteger la posición de Kuss. O viceversa. Y en el último momento uno de los dos caballeros adelanta a Kuss. Entonces la otra estrella se pregunta naturalmente qué significa eso", explica. "Es un problema complicado porque es muy tarde en la Vuelta. No sólo gana el más fuerte, sino también el más listo o el más sucio. Quizá Kuss debería atacar, para que ni Roglic ni Vingegaard puedan perseguirlo".