Se está liando gorda en el
Tour de Francia entre
Tadej Pogacar y
Jonas Vingegaard como se preveía con UAE y Visma usando las táctica que más les convienen o que pueden hacer funcionar en cada momento.
En la décima etapa, el Visma volvió a mostrarse al frente del grupo de favoritos, atacando con corredores como Sepp Kuss y Matteo Jorgenson, lo que obligó al UAE a desgastar a sus hombres y dejó a Pogacar algo más aislado. Sin embargo, el esloveno se mostró relativamente tranquilo ante los movimientos del Visma, e incluso lanzó un ataque cerca de la línea de meta. Jonas Vingegaard respondió a la perfección, y cuando ambos cruzaron la meta codo con codo, se dieron un apretón de manos en señal de respeto.
Pero, ¿fue realmente una muestra de respeto por parte de Vingegaard o un intento de desestabilizar mentalmente? En opinión de Michael Boogerd, ganador de dos etapas en el Tour de Francia, podría haber algo más detrás del gesto. “Podías ver a Pogacar mirando esa mano como preguntándose: ‘¿Y ahora qué hago con esto?’”, comentaron entre risas Erik Breukink y Boogerd en el pódcast Bicycling Wielercafé. “¡Probablemente comprobó que no tuviera nada pegado!”.
“Vingegaard es bastante expresivo con sus gestos. Siempre que tiene una cámara delante, lanza besos o saluda con la mano; se nota que disfruta con ese tipo de cosas. Pero también está claro que ambos equipos intentan provocarse constantemente”, añade Boogerd. “Todo eso forma parte del juego”.
Respecto a las tácticas del Visma, ambos ex ciclistas holandeses entienden el razonamiento, aunque no terminan de estar convencidos: “Durante los dos primeros días pensé que sus estrategias eran algo exageradas”, concluye Breukink, ganador de cuatro etapas en el Tour. “Vingegaard atacando en descensos o en terreno llano... no me pareció muy sensato. Pero está claro que confían en que Pogacar termine cediendo mientras ellos mantienen su fortaleza. Esa es la idea”.