Ilan van Wilder hizo lo que ningún ciclista debe hacer al cruzar la línea de meta: celebrar la victoria antes de tiempo. El belga del Soudal-Quick Step creyó que había ganado la segunda etapa de la Volta ao Algarve y levantó un brazo en señal de victoria.
Obviamente, no se dio cuenta de que por el interior apareció como una moto el danés Magnus Cort Nielsen para pasarle por unos centímetros justo sobre la línea de meta. Si van Wilder no hubiera celebrado antes de tiempo el triunfo a lo mejor estaríamos hablando ahora de otro resutado final.