Victor Lafay ha ido ascendiendo en el mundo del ciclismo en los últimos años y su talento en las subidas cortas quedó ayer demostrado al mundo entero en la etapa inaugural del
Tour de Francia 2023, ya que fue el único corredor que respondió al ataque de
Tadej Pogacar y
Jonas Vingegaard. Aun así, le decepcionó no llevarse un resultado al final del día.
"Estuve genial, pero es una pena que Vingegaard no me siguiera cuando se marcharon los Yates (Adam y Simon), creo que estaba esperando a Wout (van Aert). Estoy francamente decepcionado porque está claro que tenía piernas para estar delante y jugarme la victoria", dijo Lafay en una entrevista posterior a la carrera. Con Julian Alaphilippe resquebrajándose al principio de la subida, las esperanzas de los aficionados franceses estaban puestas en Lafay, que resistió la aceleración inicial como una gran sorpresa, y luego él mismo se puso delante antes de la cima cuando intentaba marcharse en solitario por delante.
Sin embargo, fue seguido por el dúo y luego alcanzado por un grupo perseguidor. Ahí se decidió la etapa, ya que Adam y Simon Yates atacaron hacia la victoria. El francés trató de cruzar el puente, pero de nuevo fue cubierto y terminó sexto en el día, todavía un resultado fuerte, pero sin ser capaz de traer una victoria que haría ya positiva la carrera de
Cofidis. "También hay que ser el más listo y yo no lo fui", admite.
"Sabía que estaba en buena forma, sentí el jueves (durante una vuelta de reconocimiento) que iba muy bien, y hoy les he dicho a los chicos que estaba en un colchón. Es una pena tener las piernas así y no ganar", concluyó. No obstante, la forma que está mostrando Lafay, y teniendo en cuenta que no debería luchar por la clasificación general, es una buena señal de cara a sus esperanzas de ganar una etapa a lo largo del Tour.