"Un fracaso; he estado fatal": Paul Seixas, sobre su actuación en el Mundial Contrarreloj

El Mundial Contrarreloj de Kigali 2025 fue la primera toma de contacto de Paul Seixas con una prueba élite por un maillot arcoíris. El joven ciclista francés de 18 años estuvo representando al país galo durante la carrera de este domingo, donde finalizó 16º en la histórica victoria de Remco Evenepoel.

Se puede decir que la contrarreloj en las carreteras de la capital de Ruanda fue un bautismo de fuego para el adolescente francés Paul Seixas. El prometedor corredor, vencedor del Tour del Porvenir 2025, terminó a 4:14 de Evenepoel. Aunque tampoco aspiraba a mucho más, se sintió bastante decepcionado.

Seixas paró el crono en 54:00 en los 47,8 km del recorrido ruandés, pero sus palabras posteriores a la carrera fueron tan crudas como su déficit. En declaraciones a France 3, no ocultó su experiencia:

"He venido aquí para aprender a manejar una contrarreloj tan larga, pero hoy ha sido un fracaso. Es una verdadera decepción haber preparado algo así y no haber estado a la altura. En los últimos dos o tres días no me había sentido tan fuerte y tenía dudas. Estoy decepcionado con mi actuación, pero esto no es el final", comenzó señalando Paul Seixas.

El francés fue igualmente contundente sobre sus números en la carretera:

"Puedo ver mis valores de potencia en el ordenador, sé perfectamente que he estado fatal. Está a años luz de lo que hago en los entrenamientos, y aún más lejos de lo que puedo hacer en carrera. Por supuesto que es una decepción, pero he venido aquí para aprender y espero poder enorgullecer al maillot la próxima vez", añadió el joven corredor de Francia.

La frustración de Seixas era comprensible dado el nivel de la oposición. Remco Evenepoel se hizo con su tercer título mundial consecutivo en esta disciplina, mientras que Jay Vine se hizo con la plata e Ilan van Wilder con el bronce, completando así el primer doble podio belga de la prueba.

Para Seixas, que acaba de dar el salto al pelotón profesional esta temporada, Kigali supuso una muestra de la distancia que separa a la promesa de la cima. Aún le queda mucho por aprender y mejorar, pero no hay duda de que este tipo de desafíos a los que ya se está enfrentando son el camino para ser una superestrella.